Un plan de cuatro fases
El Cecore definió desde el primer momento una estrategia de cuatro fases adaptadas a las necesidades de cada momento: un plan de choque cuando estalló la crisis por la pandemia, para detener el primer impacto; tres meses después, en la fase de resiliencia, medidas para favorecer el crecimiento y la recuperación rápida de la economía; después de seis meses, una fase de recuperación con iniciativas para impulsar la recuperación progresiva de la economía hasta recuperar los niveles anteriores a la crisis con el consumo de Navidad, y a partir de los doce meses se llegará a la fase de reinvención, especialmente en ciertos sectores, que reimpulse el crecimiento y sitúe la ciudad como líder.
Se han diseñado sesenta medidas para actuar prioritariamente en cinco ámbitos
1. Subvenciones, ayudas y financiaciones
Para actuar rápido con el tejido comercial, se ponen en marcha medidas específicas de financiación y crédito enfocadas al pequeño comercio, la restauración, la economía cooperativa, la economía del visitante y los mercados, teniendo muy en cuenta también la necesidad de digitalización del sector.
Se crean los BCrèdits, microcréditos de 12.500 euros, el programa “Impulsamos lo que haces”, de ayudas a proyectos en los barrios, o “Barcelona acelera”, para captar inversiones de fondo de capital riesgo.
También se han concedido cerca de 290.000 euros de ayudas directas al alquiler, se han otorgado más de 115.000 euros para la digitalización y transformación digital de negocios y en el ámbito de la economía social y solidaria, se han incrementado un 37,5 % los créditos para subvenciones, que llegan a 131 proyectos, y se impulsan líneas de crédito con acuerdos con las finanzas éticas por valor de 4 millones de euros.
2. Formación y asesoramiento
Para fortalecer el tejido productivo y capacitarlo, se ha activado el programa Rethinking, que ofrece formación y asesoramiento a 529 empresas y personas trabajadoras autónomas para afrontar el momento de crisis y el futuro.
También se ha ofrecido asistencia jurídica a 201 empresas para flexibilizar los alquileres de los locales.
3. Promoción, comunicación y conectividad
Se ha hecho un esfuerzo para promover el consumo local a través de campañas de comunicación y para organizar los diferentes acontecimientos para promover el tejido económico de la ciudad, como el Salón BizBarcelona y el Salón del Empleo, la Barcelona Expat Week o el web Barcelona Safe City.
4. Herramientas de desarrollo económico
El Cecore ha trabajado para crear nuevas herramientas que sirvan para el crecimiento económico de la ciudad, como la agencia Barcelona & Partners, de captación de inversiones internacionales, o el Plan de sistemas de mercados para la transformación digital de los mercados municipales con la posibilidad de ofrecer servicios en línea a través de un punto de venta virtual.
También se han tomado medidas para fomentar el empleo, como el programa “Crea trabajo” y los proyectos integrales con contratación, que ya han generado 206 contrataciones, un 57 % de mujeres.
Para incentivar el consumo y la actividad económica cultural, se creó el Bonus Cultura, que subvenciona una parte del consumo en librerías, cines o teatros, entre otros.
5. Cambios normativos y administrativos
Se ha trabajado para realizar cambios en la regulación y el funcionamiento de la Administración que favorezcan el impulso de la actividad económica, lo que ha permitido rebajar todavía más el plazo de pago a proveedores hasta los 19,9 días por término medio en octubre, flexibilizar criterios de espacio público de las licencias de terrazas, que ya llegan a las 3.000 solicitudes autorizadas, y reducir el 75 % de la tasa de terrazas hasta el 31 de diciembre de 2020.
Todas las medidas creadas por el Cecore se pueden consultar en el web “Barcelona nunca se detiene” y en la Guía práctica de servicios.