Las obras han consistido en la ampliación de las aceras y la renovación del pavimento. Gracias a la actuación se ha reducido de manera sustancial la longitud del paso de peatones del lado norte del cruce. Por otra parte, la intervención contribuirá a reducir la velocidad de los vehículos, porque la configuración anterior del cruce permitía girar a gran velocidad.
Asimismo, se han instalado bancos y sillas en el paseo Mare de Déu del Coll, una vía que no dispone de muchos ámbitos de estancia, y está previsto que en el futuro se pueda plantar un nuevo árbol.