¿Adónde se trasladan actualmente las personas para trabajar y por qué? Según el informe Decoding Global Talent, Barcelona es la octava ciudad preferida del mundo y la cuarta de Europa tras escalar en 2024 una posición en el ranking respecto al año anterior. Londres encabeza el Top 10, seguida de Ámsterdam, Dubái, Abu Dabi, Nueva York, Berlín, Singapur y Barcelona. Detrás de la capital catalana se encuentran Tokio y Sídney.
Estas son las conclusiones a las que ha llegado el Boston Consulting Group, impulsor del estudio, tras haber encuestado a 150.000 personas de 188 países diferentes. El informe analiza los destinos de ensueño y las tendencias de movilidad actuales, y clasifica las capitales mundiales que están en el punto de mira de los profesionales.
El presente y futuro de la movilidad internacional
Una de las conclusiones clave del informe es que trasladarse al extranjero por trabajo sigue siendo un objetivo para muchos profesionales, a pesar de los conflictos geopolíticos y los cambios en las formas de trabajar que han originado situaciones como la pandemia o el auge de la inteligencia artificial.
Según se argumenta, la gente se traslada principalmente por motivos financieros y económicos, por su carrera profesional y, finalmente, por la mejor calidad de vida y ventajas y servicios que ofrece el lugar de destino.
Por otro lado, la gente que no se traslada por motivos laborales señala la imposibilidad de llevar consigo a su familia o pareja, los fuertes lazos emocionales con su país actual y el coste del cambio como principales razones.
El informe revela que los profesionales que se mudan al extranjero esperan que las empresas que los contratan den soporte a su reubicación e incorporación (especialmente en cuanto a la tramitación de visados y la búsqueda de vivienda), y que fomenten una cultura laboral internacional e inclusiva.
El estudio también recomienda una estrategia conjunta entre administración y empresas para facilitar la movilidad del talento. Por ejemplo, propone mejoras en la gestión de la inmigración y facilitar los trámites necesarios; potenciar la marca y posicionamiento del destino, poniendo el foco en los puestos de trabajo que no se pueden cubrir con profesionales locales; o crear colaboraciones público-privadas para la acogida e integración de los profesionales extranjeros.