Ya están abiertos al público los jardines de Canals Junyer, un palacete de principios del siglo XX que se convirtió en el consulado de Dinamarca. El edificio, propiedad de la Diputación, está cedido al Ayuntamiento, que ha arreglado los jardines y dinamizará la actividad para que se convierta en un nuevo polo de actividad en el barrio de Vallcarca i els Penitents.
Los trabajos han tenido una duración de 10 meses y han comportado una inversión de 990.000 euros. Han servido para adecuar el jardín, manteniendo los árboles existentes, y para implantar un pavimento accesible. Asimismo, se ha construido al lado del palacete una pérgola de madera que acoge un kiosco con servicio de cafetería y una terraza.
Con respecto al palacete, se ha vaciado el interior y se ha recuperado el pavimento de baldosas hidráulicas. Este nuevo equipamiento acogerá actividades de dinamización social y cultural.
El espacio de los jardines, que sólo era accesible desde el viaducto de Vallcarca, incorpora un nuevo acceso en la parte baja, por la calle de Gustavo Bécquer. Así, en el horario de apertura, funciona como un atajo entre esta calle y el viaducto, hasta ahora mal comunicados por la diferencia topográfica.