Este dispositivo estará activo hasta el domingo, 9 de junio, y se centra en los horarios de entrada y salida de los centros de enseñanza, de 8.00 a 9.30 horas y de 15.30 a 18.00 horas. Aunque se priorizan los entornos de estos centros, se extiende a todas las vías de circulación de la ciudad.
El control se extiende a todos los medios de transporte que utiliza el alumnado para acceder a los centros escolares, como autocares, microbuses, etc., y se prestará atención a la circulación y a las condiciones administrativas de estos vehículos. También se comprobará que respeten las normas de tráfico y que cumplen todos los requisitos documentales y técnicos. En caso necesario, se procederá a la inmovilización de los vehículos.
Las conductas infractoras prioritarias de actuación son las relacionadas con los factores siguientes:
- Las condiciones administrativas: autorizaciones específicas de servicio de transporte escolar, título que habilita a las personas conductoras, pólizas de seguro obligatorias, etc.
- La realización del servicio: ocupación correcta de las plazas, tiempo de descanso y tiempo de conducción de la persona que lleva el vehículo, la presencia de una persona acompañante (con el perfil adecuado) en los vehículos cuando sea obligatorio que esté, etc.
- El estado técnico de los vehículos: inspecciones técnicas de los vehículos, estado de los dispositivos de emergencia, los cinturones de seguridad, los neumáticos, el indicador sonoro de marcha atrás, las mamparas y otros elementos de los vehículos.
Hay que recordar que, en este tipo de vehículos, los menores han de tener siempre su propia plaza, que todas deben disponer de cinturón de seguridad, y que los pasajeros de más de 3 años y hasta 135 centímetros de altura también deben utilizar el cinturón de seguridad o bien el dispositivo de retención instalado en el asiento del vehículo.
Las víctimas de los siniestros de tráfico son evitables, debemos tomar conciencia de ello para que todos los efectivos se impliquen cada vez más en conseguir llegar a los objetivos de reducir un 50 % el número de lesionados grave y muertos, tal como indica la Estrategia de seguridad vial 2030, con el horizonte de cero víctimas mortales en el año 2050.