Estos radares, que funcionan desde el 1 de diciembre, están colocados en vías con un límite de 50 km/h, excepto en tres ubicaciones donde el máximo permitido es de 30 km/h.
La particularidad es que miden e informan de la velocidad, pero no sancionan. Y forman parte del plan para controlar mejor los límites de velocidad en la ciudad de Barcelona en puntos donde se ha detectado una siniestralidad especial o en entornos escolares, donde se tiene que reducir la velocidad a 30 km/h.
El objetivo de la medida es sensibilizar a los conductores y las conductoras sobre la importancia de respetar los límites de velocidad marcados. También permitirán que el Área de Movilidad pueda recoger información general del comportamiento de los conductores en toda la red, en relación con los límites de velocidad, y tomar decisiones teniendo en cuenta estos datos.
Los nuevos aparatos están situados en las siguientes ubicaciones:
- Calle de Pau Claris con la plaza de Urquinaona
- Avenida del Paral·lel con calle de Palaudàries
- Gran Via de les Corts Catalanes, 159
- Calle A (Zona Franca)
- Ronda del General Mitre, 40 (interior del túnel)
- Calle de Balmes, 371
- Ronda del General Mitre, 79
- Calle de Isaac Newton, 24
- Avenida de J. V. Foix con calle de Ramon Miquel i Planas
- Avenida de Vallvidrera, 68
- Avenida de Vallvidrera, 25
- Calle de Anglí, 33
- Travessera de Dalt, 25-27, con calle de Verdi
- Travessera de Dalt, 16, con calle de Verdi
- Avenida del Estatut con calle de Jorge Manrique
- Calle de Piferrer, 72-74
- Paseo de Fabra i Puig, 408
- Calle de Santander, 61
- Calle de Felip II, s/n
- Calle de Ferran Junoy, 12
- Avenida Meridiana con calle de Sant Antoni Maria Claret
- Calle de Aragó, 609
- Avenida del Litoral, 40
- Gran Via de les Corts Catalanes, 1.060-1.062
- Avenida del Litoral con calle de Jaume Vicens Vives
- Calle de Rocafort, 61 (30 km/h)
- Calle de la Creu Coberta, 54 (30 km/h)
- Calle de Iradier, s/n (30 km/h)
Una medida clave para la seguridad vial
La medida se enmarca en el compromiso del Ayuntamiento de Barcelona de incrementar la seguridad vial y reducir los siniestros viales en la capital catalana. Hay que tener en cuenta que uno de los factores que, como causa indirecta, influyen más sobre los siniestros, y que agravan sus efectos, es el exceso de velocidad.
En este contexto, el Ayuntamiento de Barcelona ha hecho una apuesta para dotarse de este sistema de control automático de los excesos de velocidad dentro de la ciudad, de acuerdo con los objetivos que marcan el Plan de movilidad urbana (PMU) 2024 y el Plan local de seguridad vial.
Estos 28 dispositivos se suman a los 17 radares de punto que ya hay en el interior de la ciudad, de los que 12 están situados en entornos escolares y 5 son radares de tramo. Y a los 13 radares situados en el exterior de Barcelona, repartidos entre las rondas y los accesos a la ciudad.