Para dar respuestas globales a las necesidades de una comunidad, en la mayoría de barrios de la ciudad hay planes de desarrollo comunitario o bien acciones comunitarias. En su diseño e implementación, participan todos los agentes implicados en la misma comunidad (entidades, servicios, equipamientos, vecinas y vecinos a título individual, etcétera), con el objetivo de mejorar la calidad de vida del territorio. La acción comunitaria promueve la cooperación entre los diversos sectores de la población y sirve, asimismo, para mejorar la capacidad de implicación social de los vecinos y vecinas y fortalecer la convivencia y la cohesión.
Más específicamente, la infancia, la juventud y la familia son ejes destacados tanto de los planes de desarrollo comunitario como de las acciones comunitarias, con acciones y proyectos específicos que buscan dar respuesta a dificultades y realidades del entorno, a partir de las oportunidades y el trabajo comunitario, haciendo partícipes a los mismos actores.