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La escultura ‘Himne, Mite, Paradís’ se erige en “pedestal moderno” en medio de los Jardines de Ca l’Aranyó

Susana Solano y la integración de su obra con los rascacielos del Poblenou

La obra, de la artista Susana Solano, es una estructura en acero inoxidable formada por dos módulos transportables, diseñados con puerta para facilitar el acceso a la limpieza, y anclados y fijados sobre una base de hormigón y pica de presa de tierra. Una pieza que “quiere participar, preservar y mantener un diálogo tranquilo” con el espectador, y que se integra en este espacio ‘verde’ de la ciudad rodeado de inmuebles e inmerso en esta zona tan compacta –urbanísticamente hablando- del Poblenou, donde conviven viviendas, oficinas, tecnología, educación o servicios.

Pronto hará un año que se inauguraba, en medio de este solar de 11.000 m² del 22@, un ‘espacio verde’ bautizado con el nombre de Jardines de Ca l’Aranyó, un interior de manzana ‘sostenible’ que hará de pequeño pulmón verde en este ámbito tan apretujado -urbanísticamente hablando- del barrio del Parc i la Llacuna del Poblenou, a tocar de la avenida Diagonal y la plaza de las Glòries Catalanes.

Ahora, en este espacio de calma, donde también encontramos caminos, bancos y jardineras, se ha instalado una escultura en acero inoxidable de la artista Susana Solano. Una pieza que, bautizada con el nombre de ‘Himne, Mite, Paradís’ quiere devenir, en palabras de la misma escultora “un pedestal, un obelisco moderno” que quiere ser un “referente de este lugar”.

Solano explica que la pieza “está colocada estratégicamente, sin ordenación aparente, pero no al azar, y rechazando a tener una presencia centralizada”. Y añade: “’Himne, Mite, Paradís’ quiere participar, preservar y mantener un diálogo tranquilo entre la elegancia del lugar, los jardines, la tierra…” de este ámbito del Poblenou.

Yendo al detalle, esta es una estructura semitransparente, cerrada, revestida de tejido metálico en acero inoxidable, y con unas dimensiones de 440x420x219 cms. Y está formada por dos módulos transportables, diseñados con puerta para facilitar el acceso a la limpieza, y anclados y fijados sobre una base de hormigón y toma de tierra para la protección de las personas.

Susana Solano, que utiliza con frecuencia el metal de origen industrial y no reciclado para sus obras, ha querido también dejar constancia que en la hora de crear esta obra ha ‘bebido’ artísticamente de la arquitectura megalítica. En este sentido, la obra de Can l’Aranyó ha surgido como fuente de inspiración a una experiencia ritual, a una idea de monumento conmemorativo.

‘Himne, Mite, Paradís’, una pieza escultórica, que situada en uno de los puntos estratégicos de estos nuevos jardines de Can l’Aranyó, será “una estructura (artefacto) que pretende un diálogo cultural directo con el espacio (paisaje)…que no está sometido a reglas clásicas: sin enfatizar, sin enaltecer, ni conmemorar…nada”, en este espacio donde cohabita la horizontalidad y la verticalidad de las formas entre rascacielos sin dejar de lado el ‘verde’.

‘Verde’ entre rascacielos

Los jardines de Ca l’Aranyó (dentro del ámbito  del Campus Audiovisual del 22@) se distribuyen en un espacio de unos 10.936 m², de los cuales 2.600 m² son parterres, y con casi un centenar de árboles nuevos.

Este proyecto que vio la luz la primavera de 2020 ha prestado atención a varios aspectos: por un lado, se modificaron los terrenos que existían en este solar y el nuevo espacio resultante se adaptó al nivel de las calles del entorno. También se quiso dar énfasis a la orientación de este espacio con relación a las torres de gran altura de las edificaciones vecinas y la relación visual del parque desde Diagonal entre este ‘bosque’ de oficinas, y creando de este modo un ‘bosque’ horizontal vs la verticalidad de las fisuras de los inmuebles.

Así, el parque queda distribuido por dos elementos básicos: por un lado, jardineras-banco que contienen las plantaciones que, a vista de pájaro, parecen nueve piezas de un puzle o nueve atolones; y de la otra, unos caminos de ladrillo para circular y unas áreas blandas de jabre para unir las jardineras con los caminos, todo ello envolviendo una gran plaza en el centro, que da entidad y organiza el espacio verde. Un espacio, este último, donde ahora encontraremos la pieza artística ‘Himne, Mite, Paradís’.

Todo ello, mezclando superficies blandas con superficies duras, relacionando espacios de ocio y espacios para pasear (horizontales), mientras que las jardineras contienen ondulaciones que, en cierto modo, refuerzan la idea de promenade.

Este espacio que ha nacido en Ca l’Aranyó, pues, es un verde en un entorno que cohabita tanto con un edificio de 16 pisos de altura (edificio destinado a oficinas), como con instalaciones técnicas (una subcentral eléctrica de Endesa; y Districlima, productora y distribuidora de agua caliente para este ‘distrito’).

Otras características a destacar: en este espacio hay una zona de juegos infantiles, y 163 luminarias (con luz LED).

Las obras de los Jardines de Ca l’Aranyó tuvieron una duración de un año (empezaron a principios de 2019) y han supuesto un coste de 3 M€. El Instituto Municipal de Urbanismo ha sido el ente municipal encargado de gestionar y ejecutar esta obra, y que en la actualidad también está trabajando en la transformación de las áreas urbanas incluidas en sectores urbanísticos, como son el 22@, la Colònia Castells, el Sud-oest del Besòs, las antiguas Casernes de Sant Andreu, etc…

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