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Tánger hará de 'enlace' para una mejor conectividad entre Marroc y Alí Bei

Tánger y su conexión entre el 'Llevant 22@' y L'Eixample

Las obras del llamado sector ‘Ponent 22@’ van avanzando a buen ritmo, y ahora le toca el turno a un ámbito que agilizará la conectividad entre la zona de Levante del mismo distrito tecnológico y L’Eixample: estamos hablando de la calle de Tánger, entre las calles de Pamplona y Ávila. Además, otro sector a tocar de éste (Pamplona y Álava, entre Bolivia y Sancho de Ávila) se añade a esta mejora y será también muy importante (en especial, Pamplona), puesto que se unirá con la calle de Los Castillejos, y ‘suavizará’ la barrera arquitectónica existente por encima de la vía férrea de Rodalies. Todo ello, generando más de 17.000m² de superficie mejorada.       

A finales de mayo empezaron las obras de mejora urbana del espacio de la calle de Tánger (entre Pamplona y Ávila) y Pamplona y Álava, entre Bolivia y Sancho de Ávila, ambos ejes, de conexión básica, puesto que por un lado, la calle de Tánger pertenece al eje ‘Marruecos-Tánger-Alí Bei’, vía urbana que, en cierto modo, permitirá una transición lineal de movilidad sin disrupciones entre el barrio de Provençals del Poblenou y L’Eixample y, por extensión, en el centro de la ciudad; y un segundo, no menos importante (que, de manera vertical en la cuadrícula urbana), el de Pamplona, en su cruce y en el cruce con la Avenida Meridiana permitirán dejar abierto el eje Castillejos-Pamplona conexión actualmente inexistente.

Una actuación, esta última, que -modificando la rasante existente de unos siete metros en Pamplona- ayudará a resolver la movilidad alrededor de la plaza de las Glorias (actualmente, en transformación), que desplaza el tráfico rodado a su perímetro exterior.

Tanto la calle de Tánger como la de Pamplona siguen la sección de la calle de Marruecos, con un carril bus, un carril bici unidireccional y dos carriles de tráfico general, como ya se implementó  en una obra anterior -hace unos meses- en la calle Marruecos, entre las calles de la Selva de Mar y Puigcerdá.  En definitiva, una sección pensada para potenciar el transporte sostenible.

Aquí (Tánger/Pamplona), las aceras (que son pasantes en dos de cada tres calles transversales) tienen un alcorque lineal que recoge el arbolado de alineación y actúa como zanja drenante captando agua de lluvia de las aceras.

En esta obra, igualmente, y como comentábamos líneas arriba, también urbanizará la calle de Álava (paralelo a Pamplona, entre Bolivia y Sancho de Ávila). Un vial de tráfico pacificado y local que incorporará un carril de circulación para uso de vecinos y servicios, además de zonas de carga y descarga que ya no se encuentran en los ejes de conectividad. Una intervención donde con esta sección permitirá aumentar considerablemente la superficie destinada a parterres verdes y drenantes.

En todos los viales se instala alumbrado a base de tecnología ‘Led’ y se utilizarán materiales de la urbanización convencional como loseta, asfalto y hormigón para los pavimentos, además de superficies verdes con plantas arbustivas, tapizantes y arbolado.

Las obras, que tienen un coste aproximado de 5M€ (IVA excl.) tendrán una duración aproximada de un año, teniendo en cuenta la complejidad de los cambios de rasante (como comentábamos antes) que tienen que permitir las conexiones instalando la red de recogida neumática entre los otros servicios del PEI22@ (Plan Especial de Infraestructuras del 22@), y compatibilizándolo con la red de frío y calor centralizado (Ditriclima) que en esta zona de la ciudad se encuentra casi totalmente instalada.

El Instituto Municipal de Urbanismo (IMU) es el ente municipal que se encarga de ejecutar estas obras.

 

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