Nuevo hito deportivo del SESE Special. Por segundo año consecutivo, el equipo ha ganado el Campeonato de España de Baloncesto para personas con discapacidad intelectual FEDDI entre clubes, disputado el 20 y 21 de octubre de este año en Ciudad Real.
El equipo jugó en la categoría “Competición”, el nivel más alto de participación, dirigido a los deportistas que poseen un nivel de competencia deportiva lo suficientemente elevado como para poder practicar el deporte sin tener que modificar el reglamento correspondiente.
El SESE Special se impuso en los cuatro partidos disputados: contra los valencianos de Units CD Valencia y los madrileños de CD a la par. En la semifinal, y en un partido muy ajustado, se llevaron la victoria frente a los castellonenses Álter. Finalmente, en la gran final se impusieron a otro equipo madrileño, el Afandice.
Estos dos campeonatos consecutivos no han sido los únicos éxitos deportivos relevantes del equipo. En noviembre de 2021 ya ganaron el campeonato “Ciutat de Bàsquet Català 2021” en los niveles I y II de la competición, en el transcurso del XXX Campionat de Catalunya de Bàsquet organizado por la Federació Acell (Esportistes amb discapacitat intel·lectual).
SESE Special
El SESE Special forma parte de la Secció Esportiva Santa Eulàlia (SESE), una de las entidades deportivas más antiguas de Catalunya, fundada el año 1952. Desde entonces, el club ha llevado a cabo una tarea de promoción de la práctica deportiva para acercarla a niños, jóvenes y adultos.
El SESE Special nació el año 1992. Los jugadores iniciaron camino en el mundo del baloncesto a través de la Fundació Pau Gasol y su “Academy”. A lo largo de los años han tenido diferentes nombres, hasta terminar convirtiéndose en los actuales SESE Special desde 2015. Entonces, se integraron en las secciones deportivas con discapacidad intelectual del club para promover valores como la igualdad y la integración.
La filosofía de los SESE Special es muy clara: los deportistas son lo más importante, y pueden aprender y disfrutar de un deporte normalizado y adaptado a su nivel. El entrenamiento constante es clave porque aporta beneficios psíquicos, físicos y sociales, lo que permite mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual.