Este otoño, desde el Centro de Recursos en Derechos Humanos, hemos organizado de nuevo el curso “Antirracismo en la escuela” dirigido al profesorado para conocer los fundamentos del antirracismo, así como promover la incorporación de la perspectiva antirracista en los centros.

El curso se estructura y organiza a partir del contenido de la guía pedagógica para incorporar la perspectiva antirracista a los materiales educativos. A través de la formación, se pone a prueba la coherencia de los criterios de la guía y su aplicación en los materiales que utiliza el profesorado.

La formación ofrece herramientas y criterios para conceptualizar, diseñar, ejecutar y evaluar actividades socioeducativas con perspectiva antirracista. Consta de tres módulos complementarios, el primero “presencia del racismo en la escuela”, el segundo “cómo introducir la perspectiva antirracista” y el último “aplicación práctica”. Cada módulo tiene dos sesiones y trabajo autónomo para garantizar un proceso de aprendizaje progresivo.

Destaca del curso que es importante no enseñar el antirracismo como un “tema” más del programa, sino que hay que aplicar la perspectiva constantemente en todo lo que hacen los centros educativos. También da las claves para establecer criterios antirracistas para que esta perspectiva se aplique con compromiso y de manera transversal.

Educar desde una perspectiva antirracista es necesario a todos los centros educativos, independientemente de si tienen alumnado racialitzat o no, ya que se trata de tomar conciencia que el racismo es una desigualdad y violencia estructural que implica a todas las personas; por lo tanto, hace falta que la información, la sensibilización y la prevención llegue a todo el mundo, con el fin de identificar, denunciar y desmontar cualquier situación racista que se pueda dar.

¿Qué opina el profesorado que ya ha hecho el curso?

“El curso me ha parecido muy necesario y enriquecedor. Me ha ayudado a tomar conciencia de hasta qué punto el racismo puede aparecer de manera sutil en las dinámicas cotidianas del aula y en nuestras propias prácticas educativas.“

“Me ha parecido fantástica la interacción que ha habido entre docentes y el intercambio de experiencias y conocimientos con una mirada abierta y receptiva. El acompañamiento de las personas formadoras ha sido indispensable para poder conseguirlo.“

“Nos ha ampliado conceptos que no teníamos adquiridos de forma clara y nos ha dado una nueva mirada para enfocar nuestras clases y para cambiar la manera de hacer a nuestro centro de trabajo. Dándonos una mirada más sensible y empática hacia nuestro alumnado o familias que conviven en el centro educativo.”