Durante la última semana de febrero se llevaron a cabo las jornadas de puertas abiertas de la INS Vapor de Fil, al distrito de San Andreu. El instituto, situado al histórico recinto de la Fabra y Coats, se caracteriza para fomentar un aprendizaje vivencial en el cual el alumnado pueda escuchar su voz y la de sus compañeros y compañeras. A través de una línea pedagógica marcada y definida, y mediante diferentes metodologías, este instituto de y para el barrio, acabado de nacer y con muchas ganas de todo, tiene mucho a ofrecer.
Es un centro pequeño, con un total de 60 alumnos de primero de la ESO que conforman una pequeña familia. De cara en el nuevo curso se pretende incorporar dos líneas más de primero.
Trabajo por proyectos
Al INS Vapor de Fil se trabaja por proyectos para fomentar un aprendizaje real y ligado en la cotidianidad. “Los proyectos tienen una duración de 4 o 5 semanas y el corpus temático lo aportan las ciencias sociales y las ciencias naturales”, explica la directora del centro, Irene Lop.
El Vapor de Fil cuenta con 6 franjas de aprendizaje, y buena parte del currículum escolar se trabaja de forma globalizada y competencial, no a través de las materias tradicionales. “Tenemos la franja de expresión y creación musical, literaria y artística; y tenemos la franja de pensamiento e investigación, donde se encuentran las competencias y contenidos de las áreas más sociales, las lenguas y las ciencias experimentales”. Durante el primer trimestre de este año se ha llevado a cabo el proyecto El Vapor Sostenible (que forma parte de la franja de Pensamiento e investigación), en el cual el alumnado ha investigado sobre los diferentes ámbitos relacionados con la sostenibilidad por después diseñar acciones a llevar a cabo en el instituto para disminuir el impacto medioambiental de este. “El alumnado ha llevado microrecerces en materia de consumo, residuos, contaminación atmosférica o biodiversidad. Hemos pensado acciones para revertir el impacto ambiental de nuestro centro, hemos promocionado el huerto del instituto y hemos hecho una campaña para consumir menos electricidad y agua”, dice Irene
Este tipo de trabajo genera diferentes centros de interés que implica la resolución de problemas y por tanto, una investigación. Las propuestas, que ponen en relación diferentes temáticas que implican diferentes conocimientos, siempre tienen una vinculación práctica con el mundo real.
Durante el primer trimestre también ha tenido mucho de éxito lo proyecte Cooperantes, en el cual los y las alumnas del centro han identificado los principales factores que intervienen en el control de enfermedades y en su prevención, se han introducido en el mundo de los microorganismos y han conocido indicadores para interpretar las condiciones de vida de ciudadanos en diferentes lugares del mundo. En este proyecto el alumnado ha diseñado una acción para incidir en la reducción de la malaria en un país del mundo que ellos han elegido.
La ejecución de este tipo de proyectos implica experimentar, estimular el pensamiento y la reflexión y hacer investigación para resolver problemas prácticos. Se llevan a cabo para poner en relación el aprendizaje con el mundo real y porque el alumnado trabajo con situaciones cotidianas.
El INS Vapor de Fil se caracteriza por fomentar un aprendizaje a través de la investigación, el pensamiento crítico y la reflexión, a través de la experimentación y el derecho a equivocarse. Un aprendizaje basado en la implicación tanto del alumnado como del profesorado con el objetivo de crear una ciudadanía activa, comprometida y participativa. Porque, “Cuando el alumno aprende en primera persona, vivencialmente, hay más motivación, y si hay motivación hay más aprendizaje. Si se pone valor en aquello que hacen, si sienten que son personas singulares y que los valoramos y los damos voz por el que son conseguimos aprendizajes más intensos, más profundos”.
Las artes, en el punto de mira
Otro valor añadido del Vapor de Fil es el fomento de la expresión y la creación artística. Proyectos como Cine en curso, En Residencia o lo Todo Danza son una buena muestra. “Los llevamos a cabo con colaboradores externos y trabajamos otras maneras de ver el mundo. El alumnado puede escoger entre la parte más plástica o el mundo audiovisual. Este año, pero, los alumnos no han podido escoger a causa de la situación pandémica”.
El proyecto En Residencia, por ejemplo, cuenta con la colaboración del artista visual y ambientóloga Paula Bruna, que ha trabajado con el alumnado los seres vivos no humanos que habitan a Fabra y Coats. Se ha trabajado desde una vertiente artística. El Todo Danza, en cambio, se hace en colaboración con el Mercado de las flores y participa un coreógrafo especializado en danza contemporánea. Otro de los proyectos estrella es la ópera participativa con el Liceo. “Apenas empezamos ahora los primeros ensayos”, dice contenta Irene.
Trabajar en la Fabra y Coats, un lujo
El alumnado del Vapor Fil trabaja en un entorno privilegiado, un espacio de innovación cultural y social donde se fomenta el debate crítico, el intercambio, la experimentación y la participación ciudadana. Hablamos de la Fabra y Coats, un espacio de la lucha obrera al distrito de San Andreu fundada el 1903 bajo el nombre de Compañía Anónima Hilaturas de Fabra y Coats. En poco tiempo se convirtió en una de las fábricas más importantes de Barcelona y hoy en día el recinto es un icono del plan municipal de reconversión de antiguas equipaciones industriales en laboratorios de creación artística. “Es un lujo poder trabajar aquí, todo respira arte y cultura. Es maravilloso compartir espacios con los residentes, el centro de arte, la pandilla joven de castelleros o la San Andreu Jazz Band”, asegura Irene. Sin embargo, se habla de una posible reubicación del instituto dentro de los espacios de la Fabra.