Se calcula que cada niño pasa, desde P3 hasta 6.º, 3.000 horas en el patio. No es disparatado, pues, pensar que las zonas de recreo constituyen un espacio de aprendizaje de primera línea igual de importante que las aulas. Durante los últimos años, muchas han sido las iniciativas para transformar los patios en espacios más agradables y más pedagógicos, más igualitarios. La finalidad? Generar nuevas dinámicas, hacer desaparecer los roles de géneros, mezclar edades y diversificar el juego, entre otros. Son, las zonas de recreo, áreas de socialización, en las cuales los niños y niñas se construyen como adultos y aprenden a relacionarse con compañeros y compañeras. En este contexto, los patios acontecen espacios esenciales y relevantes de los centros escolares, zonas que hay que repensar con cuidado y pensando en el alumnado y el resto de la comunidad educativa.
Los proyectos de renovación pedagógica de los patios como espacios de aprendizaje se han ido sucediendo en nuestra ciudad durante este 2021, y nuestro distrito no es una excepción. En la escuela La Estrella, las familias, el alumnado y el claustro ya hace tiempo que trabaja en esta transformación con un objetivo claro: convertir los patios en espacios de convivencia, juego, actividad, deporte, creatividad, aprendizaje, tranquilidad y lectura. Hacer un espacio de bienestar. Un rocódromo de colores o unos sofás hechos con palés y almohadas pueden marcar la diferencia.
Para realizar estas modificaciones, la escuela La Estrella dispone de una aportación de la AFA y otra de Escuelas +Sostenibles, además de la subvención del Consorcio de Educación de Barcelona (CEB) y el Consejo Educativo Municipal de Barcelona (CEMB), que quieren continuar avanzando en dos grandes prioridades del mandato: “la ciudad jugableque reivindica la importancia del juego y la educación al aire libre para el bienestar de los niños, y la ciudad saludable y resiliente a la emergencia climática que prioriza la naturalización”. La escuela también ha invertido una parte de su presupuesto en estas modificaciones, puesto que lo considera un cambio necesario que aporta muchos beneficios a los niños y en toda la comunidad educativa.
Marta Rubio Tartera es la directora de la Escuela La Estrella y valora muy positivamente los cambios que durante estos meses, con la ayuda de las familias, se han llevado a cabo en el patio de la escuela. Hablamos con ella de cómo ha estado todo el proceso.
¿Cómo se os ocurre transformar el patio de la escuela, cuál era la idea inicial?
La idea era naturalizar el patio y convertirlo en un espacio de enseñanza-aprendizaje, así que organizamos una comisión de trabajo mixto entre las familias y la escuela para ir haciendo las modificaciones correspondientes. Nuestros patios, especialmente el de primaria, que es lo más grande, es de cemento. Nos costaba mucho abordar cambios importantes porque son muy costosos y no podíamos hacer frente como escuela, así que empezamos por pequeñas acciones. Mientras elaborábamos el proyecto, el Consorcio de Educación de Barcelona nos notificó que nuestra escuela había estado selecciona para formar parte del plan de renovación de patios y zonas de recreo. Hablamos con la gente de Escuelas +Sostenibles y nos pusimos a trabajar.
¿Por dónde empezasteis?
Una de las primeras cosas que hicimos fue construir un rocódromo. Los niños y las niñas de sexto hicieron dibujos para pintar la pared y se seleccionó uno. Lo pintaron entre todo el alumnado. Las familias también han tenido un papel muy importante y relevante y durante unas jornadas organizadas en fin de semana se pintaron el resto de las paredes, se construyeron sofás con palés y se hizo un chillout para el bibliopati, que es un espacio que los niños tienen para leer durante el rato de recreo. Finalmente, se pintaron las jardineras y los testos. El resultado es un espacio más confortable.
¿Cómo han reaccionado los niños?
El alumnado está contentísimo y los encanta el nuevo espacio rocódromo-chill-out. Pueden disfrutar de ratos de más actividad y de ratos más tranquilos y de lectura pausada. El alumnado de la comunidad de pequeños ha plantado algunas plantas. Los medios tienen cura de las plantas de la zona del rocódromo.
¿Cuáles son los beneficios?
Convirtiendo los patios y los espacios de recreo en un espacio más de enseñanza y aprendizaje hace que se generen dinámicas que en el aula serían imposibles de encontrar. Los acercamos a valores fundamentales como la cura y el respeto por el entorno que los rodea.
¿Cómo se aprecian los roles de género en los patios escolares?
Con el modelo de patio que hemos diseñado, nuestra intención es hacer desaparecer estos roles de género que había hasta ahora. Queremos un espacio en el cual todo el mundo encuentre su espacio y en el cual todo el mundo pueda participar y jugar en todo. Los patios configuran realidades. Es cierto que los deportes de pelota, y especialmente el fútbol en los cursos más altos, tienen un fuerte peso de género y hay un porcentaje mucho más grande de niños que de niñas que jueguen, pero desde la escuela estamos potenciando que estos juegos solo se hagan algunos días concretos en la semana con turnos y con la condición que para tomar parte, el juego tiene que ser mixto. Con la transformación del patio, además, hemos intentado no potenciar demasiado la pista deportiva, a pesar de que la consideramos importante.
¿Superaremos los patios escolares centrados en la práctica del fútbol?
Pienso que se está avanzando mucho en este ámbito y se están empezando a generar otras dinámicas más sanas. Los roles de género ya no están tan marcados y se va perdiendo la imposición social de juegos para niños y juegos para niñas. El tema de la coeducación es básico y pienso que despacio los estereotipos van desapareciendo; no solo en el patio, también en el día a día de las escuelas, adentro de las aulas.
¿Qué papel juega la natura en la transformación de las zonas de recreo?
juega un papel muy importante, esencial; pero no podemos olvidar que estamos en Barcelona. Nosotros tenemos el patio en una cubierta y esto limita mucho la naturalización del espacio. No podemos tener árboles o demasiado plantas, puesto que necesitaríamos una impermeabilización del suelo que hoy por hoy, no podemos asumir. Sueño que en algún momento esto cambiará y podremos tener árboles y jardineras más grandes, un sorral, un huerto más grande o un jardín vertical. Un patio con árboles y plantas transmite serenidad y calma.
¿Qué filosofía hay detrás la transformación del patio de La Estrella?
Queremos salir de la concepción que los patios solo son un espacio para salir a jugar de manera puntual y que el alumnado lo vea como un lugar con muchas posibilidades. Queremos que sean espacios de aprendizaje, no solo de recreo.