Después de Navidad, la Pascua es la segunda fiesta religiosa más señalada del calendario y eso, en el refranero tradicional, significa que es fiesta grande: “Por Pascua y Navidad, cada oveja en su corral”, “Por Pascua y Navidad, quien no estrena nada vale”. También sabemos que Pascua es una fiesta muy señalada si nos fijamos en la gastronomía, que dicta que se tiene que comer cordero: “Buen día y buen año que Dios nos da, por Navidad buen lechón y por Pascua buen carnero”, “Por Pascua, carne de cordero; y por Navidad, de gallinero”.
Los manjares dulces de esta fiesta, los huevos y la mona, también aparecen mencionados en el refranero: “¡Huevos, huevos, buena Pascua, buen jueves!”, “Pascua sin huevos, como Navidad sin turrones”, “Ni Pascua sin mona, ni Corpus sin retama, ni San Juan sin coca”. Sin embargo, no hay que olvidar que la Pascua es una fiesta católica y que eso, en otros tiempos, se podía utilizar como un argumento racista. Un buen ejemplo tiene que ver con la costumbre de hacer buñuelos: “Quien no hace buñuelos por Semana Santa es que es judío”, dice un refrán.
Sin embargo, en general, se asocian a la Pascua muchas connotaciones positivas, y se dice que “se está contento como unas pascuas”, que “se va engalanado como las pascuas” o que “se es dulce como las cocas de Pascua”. Por el contrario, también se puede “hacer la pascua a alguien”, que en castellano es sinónimo de molestarlo. Pero la parte más pragmática del refranero avisa de que “Pascua y Navidad se esperan con alegría y pasan como otro día” y recuerda que “Cada día no es Pascua”. También es muy popular el dicho “Hacer Pascua antes de Ramos”, que en general se refiere al hecho de que no se puede alterar el orden natural de las cosas y que, en concreto, se solía aplicar a la norma moral de no tener hijos antes del matrimonio.
Dependiendo del calendario lunar, la Pascua cae entre los meses de marzo y abril. Así y todo, el refranero recoge la creencia popular de que si la fiesta ocurre en el mes de marzo traerá todo tipo de desgracias, como hambre, enfermedades, mal tiempo y muerte: “Pascua marzal, hambre, guerra o mortandad”, “Pascua marzal, nieve, guerra, hambre y tumbas frescas” o “Cuando la Pascua cae por marzo, el diablo saca sus artes”. Por todo eso, es mejor que la Pascua caiga en el mes de abril: “Altas o bajas, por abril las Pascuas”, “La Semana Santa por abril hace el año gentil”.
Pero una de las preocupaciones más frecuentes relacionadas con la Semana Santa es el tiempo que hará. Y el refranero también tiene opinión, señal de que la inestabilidad meteorológica de esta época preocupa desde hace siglos. Por eso se dice “Por Semana Santa, lluvia o viento, de lo contrario, no es santa”, “Si llueve por la Concepción, llueve por Carnaval, por Semana Santa y por Resurrección” o “El buen año tiene que llover por tres santos: por Semana Santa, por Ledanías y por Todos los Santos”.