La investigación, iniciada en marzo del 2025 a raíz de la declaración de una víctima, ha culminado con la detención de ocho personas, cinco de las cuales han ingresado en prisión provisional. Se han hecho cinco entradas y registros en inmuebles y se ha decretado la clausura de los dos locales utilizados para la explotación sexual.

La red captaba mujeres, principalmente de origen sudamericano, con falsas promesas de trabajo. Una vez en España, las víctimas eran trasladadas a los locales y obligadas a ejercer la prostitución bajo condiciones infrahumanas. Se les imponía una deuda de 6.000 euros que tenían que saldar siendo explotadas sexualmente 24 horas al día, siete días a la semana, incluso estando enfermas o durante el periodo menstrual. Los explotadores retenían la mitad de los ingresos, y las mantenían en una situación de endeudamiento perpetuo.

Las mujeres residían en los prostíbulos, sin libertad de movimiento, vigiladas por cámaras y sometidas a agresiones físicas y sexuales, aunque tenían prohibido ir al médico. Algunas fueron encerradas en habitaciones sin acceso a comida, bebida ni baño durante días al negarse a ejercer la prostitución. Además, se las forzaba a consumir drogas para aumentar el rendimiento y se les prohibía rechazar clientes o servicios, incluso sin preservativo.

La organización operaba principalmente en Barcelona, con una ramificación en Marbella (Málaga), donde trasladaba a las víctimas para incrementar los beneficios, anunciándolas como “novedad”. Los locales también funcionaban como puntos de venta de cocaína, entre otras drogas, hecho que multiplicaba los ingresos de la red. Para dar apariencia legal, los responsables registraban los prostíbulos como centros de estética y masajes.

Gracias a la intervención de la Guardia Urbana de Barcelona, en coordinación con los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional, se han identificado 21 mujeres explotadas, 18 de las cuales han sido liberadas. La operación ha permitido intervenir 44.455 euros en efectivo, unos 100 gramos de cocaína, 10.158 gramos de marihuana, 11 terminales telefónicos, material informático y documentación incriminatoria, así como una motocicleta y un reloj marca Rolex.