La entrada en vigor de los nuevos copagos farmacéuticos en julio del 2012, en el marco de las medidas aprobadas por el Gobierno español para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, ha supuesto un grave tope para miles de personas que han visto dificultado el acceso a los medicamentos. Las personas adultas con una renta inferior a los 18.000 euros anuales tienen que aportar un 40 % del precio del medicamento recetado por los profesionales del sistema público, mientras que los y las pensionistas, un 10 %. Esta situación ha obligado a las entidades y algunas administraciones a tomar medidas.
El Ayuntamiento de Barcelona, con las ayudas concedidas por los Servicios Sociales y los dos nuevos convenios suscritos en el marco de las acciones recogidas en la Medida de gobierno de acción conjunta de reducción de las desigualdades sociales en salud presentada a finales del 2015 ha puesto en marcha acciones que faciliten la cobertura del copago de fármacos.