La solidaridad es uno de los valores que articula la acción comunitaria. Y con el impulso de los vecinos y las vecinas, esta solidaridad comunitaria se ha hecho todavía más fuerte y evidente a raíz de las crisis derivadas de la COVID-19.
Los barrios han visto cómo, de manera rápida y flexible, se han activado redes de apoyo mutuo para dar respuesta a las necesidades más urgentes creadas por la pandemia.
El Ayuntamiento de Barcelona colabora con ellos con el proyecto Casals Comunitaris, ofreciendo recursos y apoyo a las energías solidarias que se autoorganizan en los barrios.
Por eso se crearon, en 25 equipamientos de los diez distritos de la ciudad, una serie de espacios, que llamamos casals comunitaris y que disponen de recursos, materiales y un equipo humano para fortalecer, organizar y proporcionar lo que las iniciativas comunitarias estimen prioritario.
Gracias, vecinos y vecinas
Con el fin de hacer visible y agradecer el trabajo intenso que las redes de apoyo mutuo han desarrollado durante el confinamiento, compartimos cinco vídeos con experiencias de solidaridad comunitaria.
Estas experiencias surgieron de la urgencia, pero continúan vivas, y ahora mismo son maneras de entender los barrios y convertirlos en unos espacios reales de participación, transformación social, justicia, igualdad y solidaridad.
Estas experiencias, además, forman parte de un ecosistema vivo que se autogestiona e intercambia conocimientos a través de la plataforma encomunitat.decidim.
Coser la brecha digital
El tejido comunitario lucha contra la brecha digital y la exclusión social. La autoorganización vecinal ayuda a hacer trámites telemáticos, proporciona capacitación digital o comparte wifi en el barri.
Cuidar de la gente
En los barrios, el vecindario y las entidades han ayudado a hacer trámites o a hacer la compra a la gente mayor, han creado espacios de salud emocional, han facilitado el refuerzo escolar a niños i jóvenes...
Ampliar el soporte mutuo
Para responder a la crisis de la COVID19, el vecindario ha impulsado acciones solidarias y comunitarias como la creación de bancos de alimentos y el fomento de espacios como los huertos urbanos.
Proteger los hogares
Las redes de soporte mutuo quieren garantizar unas mínimas condiciones de vida y ayudan a las familias en situación de vulnerabilidad, empoderándolas y rompiendo su aislamiento.
El soporte emocional
El tejido vecinal impulsa acciones para que las personas en situaciones más vulnerables se sientan acompañadas para afrontar el duro impacto generado por la crisis de la COVID19.