Con la finalidad de paliar el malestar emocional, trabajar de forma colectiva y generar espacios de confianza y crecimiento comunitario, desde los equipamientos y los servicios de proximidad se impulsan unos espacios de referencia estables y abiertos a toda la ciudadanía.
Serán espacios para establecer vínculos y generar apoyos mutuos, luchar contra el sentimiento de soledad y aislamiento y generar mayor bienestar, además de una puerta de acceso a recursos para personas en situaciones de crisis.
Según comenta Mireia Albors, técnica del Ayuntamiento y responsable del proyecto, «la gestión del malestar y la pobreza relacional se hace insuficiente desde los servicios y los equipamientos de la ciudad tal como están diseñados actualmente, donde el foco se pone en la atención individual». También destaca que «hay que tener en cuenta que la situación actual ha provocado una sobrecarga de trabajo en los profesionales que trabajan en el territorio para atender las necesidades de la ciudadanía».
Un proyecto piloto con la aspiración de llegar a todos los barrios
El proyecto piloto, que primero aterrizará en el Clot (casal de barrio EAMP) y en el Guinardó (casal de entidades Mas Guinardó) y en un segundo momento en la Salut – el Coll – Vallcarca i els Penitents (casal de barrio Can Carol), consta de tres ejes: la gestión del malestar, el asesoramiento colectivo y el microemprendimiento comunitario.
El primer eje, dedicado a la gestión del malestar, consistirá en compartir entre vecinos y vecinas cómo se sienten, qué carencias tienen a la hora de socializar y cómo pueden afrontar la soledad y el aislamiento con apoyo mutuo.
El asesoramiento colectivo tiene como finalidad poner en común problemáticas surgidas en la gestión del día a día, como el incremento de facturas, necesidades de mantenimiento en el hogar, etc., y las posibles soluciones que ofrece el propio grupo.
Por último, el microemprendimiento comunitario o vivero de proyectos surge cuando la ciudadanía de un mismo territorio detecta una necesidad y se organiza para darle una respuesta, por ejemplo, la creación de un servicio de acogida de niños y niñas de familias monoparentales.
El día 20 de octubre abrirá el espacio comunitario de referencia en el casal EAMP y el 25 en el casal Mas Guinardó.
Estrategia contra la soledad desde una perspectiva comunitaria
Albors comenta que el proyecto se crea desde el Servicio de Acción Comunitaria (SAC), pero de la mano de Servicios Sociales y, en concreto, de la Estrategia contra la soledad 2020-2030, que en su plan de acción preveía un apartado dedicado a «potenciar el papel de los equipamientos de proximidad como espacios relacionales, inclusivos, de apoyo emocional y cuidado, incorporando la perspectiva de la soledad». De ahí su insistencia en describir el funcionamiento del proyecto como impulsado por grupos motores formados básicamente por personal técnico (de los CAP, de los equipamientos, del SAC y otros), pero que solo realizarán una tarea de acompañamiento y dejarán el protagonismo a las personas participantes, los vecinos y las vecinas.
Se ha demostrado, en los aprendizajes adquiridos al desplegar algunos proyectos durante estos últimos años, que se requieren respuestas colectivas para abordar estas situaciones, ya que promueven la participación activa y el empoderamiento de las personas, a partir de sus potencialidades, en la búsqueda de la mejora de sus condiciones de vida y bienestar.
Establecer vínculos y generar apoyos mutuos, luchar contra el sentimiento de soledad y aislamiento y generar mayor bienestar, además de ser una puerta de acceso a recursos para personas en situaciones de crisis.