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El pasado mes de mayo, el Instituto Botánico de Barcelona (IBB), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Ayuntamiento de Barcelona, ​​inauguró un nuevo espacio en sus instalaciones que tiene por objetivo cubrir las necesidades tanto de investigación como de divulgación científica. Se trata de un mariposario, un entorno de condiciones controladas que permitirá criar y mantener colonias de mariposas junto a las plantas que las hospedan, para avanzar en el estudio del comportamiento, ecología y evolución de estos insectos.

El mariposario es un proyecto impulsado por el Phylomigration Lab que lidera el investigador del IBB Gerard Talavera, dentro del grupo de investigación de Entomología e Interacciones Insecto-Planta. Las funciones del mariposario también se enmarcan dentro del programa de ciencia ciudadana Butterfly Migration, que quiere dar a conocer el fenómeno migratorio de las mariposas y promover la participación ciudadana en la monitorización de sus movimientos y de sus lugares de cría en todo el mundo.

Además de sus objetivos de investigación, el mariposario se convierte en una nueva herramienta más para las actividades educativas y de divulgación del centro de investigación, mediante visitas donde se podrán observar las mariposas en las diferentes fases de su desarrollo y hablar con la comunidad investigadora sobre la ciencia ciudadana que se encuentra íntimamente ligada a sus estudios.

Ubicación dentro del Jardín Botánico

El nuevo mariposario constituye un nuevo atractivo del Jardín Botánico de Barcelona, ​​ya que la instalación está ubicada dentro de su espacio visitable, justo en la explanada que hay frente al IBB y la zona de exposiciones del Jardín. Ahora, a las visitas de los fines de semana al Jardín Botánico, se añadirá el mariposario como un elemento más, gracias a la colaboración de los y las guías de la Asociación de Amigos del Jardín Botánico.

Asimismo, el mariposario puede complementar las visitas libres al Gabinete Salvador ya la exposición temporal Más que abejas. Polinizadores y flores: la vida en juego, ya que desde su exterior, unos rótulos informativos permitirán a las personas visitantes acercarse al mundo de las mariposas. Además, sin tener que acceder al interior de la instalación, sus paredes de cristal permiten observar las mariposas en las flores y en el vuelo, así como algunas orugas alimentándose de las plantas del espacio.

Especies del mariposario

En el interior de la instalación viven tres especies autóctonas de mariposa. Dos de ellas son las especies de mariposa migradora más comunes en nuestra geografía: la migradora de los cardos (Vanessa cardui) y la atalanta (Vanessa atalanta). La tercera especie es la blanquita de la col (Pieris rapae), una mariposa que puede ocasionar perjuicio en cultivos de esta hortaliza.

En cuanto a las plantas, estas están representadas por las especies huésped necesarias para los estadios larvarios (orugas) de las mariposas, las cuales se alimentan de estos vegetales. Entre otros, se pueden encontrar malvas y cardos para Vanessa cardui, la Parietaria judaica y la ortiga para Vanessa atalanta y coles para Pieris rapae. Para garantizar la alimentación de las mariposas adultas, en la instalación viven varias plantas con flor. Y para generar sombra, refugio y contribuir a un hábitat heterogéneo, el mariposario también incluye algunas especies de árboles y arbustos.

Por todo ello, el nuevo mariposario permitirá al equipo científico del IBB ampliar su conocimiento sobre la fisiología y el comportamiento de las mariposas, a la vez que la instalación servirá de puente para acercar la ciencia a la ciudadanía.