Residuo cero

La estrategia municipal de prevención de residuos, Barcelona Residuo Cero, se basa en tres elementos prioritarios vinculados a la prevención: la corresponsabilidad en la gestión de los residuos que hace la ciudadanía (el mejor residuo es el que no se genera); la reutilización; y la mejora de la recogida selectiva, así como de su calidad, y, en concreto, de la materia orgánica de manera preferente.

En la misma línea, desde el concepto Barcelona Residuo Cero, se trabaja para desarrollar una economía que cierre los ciclos de todo lo que producimos y que suponga no generar residuos. De este modo, los puntos verdes, los mercados de intercambio, la fracción orgánica y el consumo consciente y responsable, así como la promoción de una conciencia ciudadana de su buen uso, favorecen la economía circular, ya que facilitan el reciclaje y reutilización del máximo número de fracciones de residuos.

El objetivo final es evitar tirar algo al contenedor gris (desecho) y conseguir dar continuidad a un residuo, ya sea porque puede reciclarse y tener una segunda vida, ya sea porque requiere un tratamiento especial para su eliminación.

A pesar de no formar parte, Barcelona comparte los objetivos de la Estrategia Catalana Residuo Cero (ECRC), una iniciativa que promueve un cambio de modelo en los sistemas de producción y consumo de nuestro territorio con el objetivo de cerrar los ciclos de la materia y la energía. Es un mecanismo de impulso de estrategias que eviten la generación de residuos, rechazando los tratamientos finalistas (vertedero e incineradora) como alternativas viables en la gestión de las fracciones no recuperables.

 

Barcelona Residuo Cero