Podréis encontrar palmas y palmones de varias medidas, ramos de laurel y todo tipo de ornamentación, desde dulces hasta cintas de colores. Un entorno agradable para pasear y vivir de cerca esta tradición de Semana Santa que se ha convertido en una cita ineludible para padrinos y padrinos.
Las palmas y los palmones son artículos de artesanía que siguen un proceso de elaboración muy especial. Son brotes de palmera que han sido tapados para que el sol no les haga enverdecer. Por eso son de color amarillento y mantienen una textura lo bastante tierna para poder ser trabajados. Los palmones suelen ser brotes enteros escogidos especialmente por su esbeltez. En cambio, las palmas son el resultado de un trenzado laborioso de las hojas en el que destaca la destreza del artesano. Encontraréis muy elaboradas con trenzados diferentes, flores y filigranas. También son muy apreciadas las versiones más minúsculas por el trabajo de precisión que requieren.
La tradición de bendecir la palma nace de un pasaje de la vida de Jesús, cuando se explica que fue recibido en Jerusalén por una multitud que blandía palmas y ramos de laurel. Además, en las palmas y los palmones bendecidos se les atribuyen una serie de propiedades especiales, como la protección del hogar y la fertilización de la tierra. Antiguamente, también era tradición en muchas casas colgar la palma o el palmón bendecidos en el balcón de un año para el otro, pero en Barcelona esta costumbre se va perdiendo.