La Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica (XVPA, por la denominación en catalán) ha detectado altos niveles de partículas en suspensión de diámetro inferior a 10 micras (PM10). Ante esta situación, el Ayuntamiento de Barcelona propone una serie de recomendaciones a la ciudadanía para que colabore en la mejora medioambiental y de la calidad del aire y no añada más partículas en suspensión a la atmósfera.
Recomendaciones para mejorar la calidad del aire
En este sentido, se aconseja a la ciudadanía que evite desplazarse en vehículo privado y que utilice el transporte público y efetúe los trayectos a pie o en bicicleta por calles con baja frecuencia de tráfico. Si no tiene alternativa, puede utilizar un coche compartido y, al mismo tiempo, conducir de manera eficiente (arrancar suavemente, reducir la velocidad, utilizar el freno motor, evitar acelerones y frenazos bruscos…).
Por otro lado, se recomienda a los ciudadanos que regulen la climatización de los hogares, y se aconseja a las personas que sean especialmente sensibles a los efectos de la contaminación atmosférica que trasladen la rutina deportiva al momento del día en el que las concentraciones de contaminantes son inferiores, como el atardecer o la noche.
Dispositivo municipal activado
El Consistorio pone en marcha también las actuaciones previstas, como regar de forma más intensiva las calles con más tráfico, evitar el uso de sopladores y regar los parques no asfaltados, así como avisar a los responsables de las obras en marcha para que cumplan el Plan de ambientalización.
Qué son y cómo se originan las partículas en suspensión
Las partículas en suspensión de menos de 10 micras de diámetro (PM10) son pequeñas partículas sólidas o líquidas que flotan en el aire. Hasta un 40 % de estas partículas lo generan los motores, los neumáticos y los frenos de los vehículos. El resto proviene del polvo de las obras y los derribos y, eventualmente, de las nubes de polvo sahariano.