La distribución urbana de mercancías (DUM) es una actividad esencial para el sostén de la vida urbana que se ha visto intensificada y modificada por el auge del comercio electrónico. A raíz de la pandemia, este tipo de comercio ha aumentado un 43 % en Barcelona y ha pasado de los 23 millones de compras del 2018 a los 33 millones del 2020.
Son datos de la diagnosis que se ha realizado en un trabajo transversal con todas las áreas implicadas para conocer la realidad y el impacto que el reparto de mercancías tiene en la ciudad.
El análisis identifica tres tipos de DUM: la distribución a los 96.000 establecimientos comerciales de la ciudad (business to business o B2B); el reparto a las personas consumidoras, con 1,6 millones de habitantes en la ciudad de Barcelona (business to consumer o B2C), y la oferta de servicios dirigidos tanto a personas consumidoras como a establecimientos, como recogida de residuos, reparaciones, mudanzas, etc. (distribución urbana de servicios o DUS).
Otras conclusiones de la diagnosis hacen patente que la DUM la desarrollan principalmente actores privados, que pertenecen a un sector variado y muy atomizado y que tiene un alto impacto en el empleo, tanto en la ciudad como en el área metropolitana. Sin embargo, las furgonetas y los camiones suponen el 23 % de la movilidad de vehículo privado y son responsables de más de un tercio de las emisiones de PM10 y NOx que se detectan en Barcelona. Además, en el 2019 estuvieron implicados en más de 1.500 siniestros de tráfico.
Trabajo transversal y colaborativo por una actividad más competitiva y sostenible
A partir de esta diagnosis, se ha diseñado la nueva estrategia para ordenar la distribución urbana de mercancías y hacerla más compatible con la vida cotidiana en la ciudad, teniendo en cuenta su impacto en los diferentes ámbitos.
Los objetivos consisten en fomentar el comercio y mejorar la competitividad económica de las empresas, optimizar la eficiencia del reparto, promover la movilidad limpia y reducir los efectos negativos de esta actividad, como el ruido, la contaminación y la excesiva ocupación del espacio público.
La EDUM 2030 establece una hoja de ruta con siete líneas estratégicas para el año 2030. Ya se ha iniciado el primer paquete de medidas:
- Aumentar el uso de los puntos de recogida para compras en línea.
- Extender los centros de distribución urbana de mercancías (CDUM) y ubicarlos fuera del espacio público (como, por ejemplo, en los aparcamientos municipales).
- Flexibilizar la oferta de estacionamiento de carga y descarga.
- Garantizar un suelo logístico mejor integrado en la trama urbana.
- Reducir la siniestralidad y la indisciplina en este ámbito.
- Fomentar las flotas eléctricas y de energías alternativas, como la ciclologística.
Además, ha entrado en funcionamiento el DUM Data Center, un centro de datos que aglutinará toda la información recogida y generada en el marco de la EDUM 2030 para facilitar e impulsar el trabajo en nuevas propuestas de acción. El DUM Data Center es el paso previo a la creación del Observatorio de la DUM, que es el séptimo eje de la estrategia 2030.
En este sentido, la estrategia incluye formaciones para los y las profesionales del sector y una campaña de comunicación para dar a conocer la DUM y fomentar la responsabilidad de todos los agentes implicados (ciudadanía, establecimientos y empresas distribuidoras).
Con el fin de trabajar conjuntamente con los diversos actores involucrados en la distribución urbana de mercancías y alcanzar los objetivos de la nueva estrategia, el Ayuntamiento ha promovido un pacto con las asociaciones económicas y empresariales más representativas de la ciudad y con las principales organizaciones sindicales. Además de la creación del Observatorio, se ha fijado el compromiso de crear una mesa de coordinación entre agentes económicos y sociales para realizar un seguimiento de la evolución de los objetivos.