La ampliación del plan de choque para hacer frente a los efectos emocionales provocados por la COVID-19, con una inversión de tres millones de euros, incluye medidas específicas para la prevención del suicidio juvenil, el acompañamiento psicológico para adultos y la formación en salud mental de agentes comunitarios en los distritos para reconocer y detectar casos de malestar emocional.
En Cataluña, entre el 2019 y el 2020, se ha incrementado la tentativa de suicidio entre los menores de 18 años: de 473 intentos de suicidio en el 2019 a 601 en el 2020. Para prevenirlo, se pondrá en marcha un servicio de mensajería instantánea con equipos especializados para atender a adolescentes y jóvenes, y también se creará una aplicación móvil con contenidos e información práctica para la prevención del suicidio. Estas iniciativas se suman al servicio telefónico gratuito para prevenir el suicidio (900 925 555), que funciona las 24 horas del día.
Para ofrecer apoyo psicológico a la población adulta, se crearán seis puntos de atención, vinculados a los centros de salud mental para adultos, que se desplegarán en los barrios con los indicadores socioeconómicos más desfavorecidos. Serán espacios abiertos, sin cita previa, similares a los puntos de atención del programa Konsulta’m para jóvenes. También se impartirán cursos y talleres para la mejora del bienestar emocional.
Para reconocer y detectar desde el tejido comunitario casos de malestar emocional, los distritos ofrecerán una formación básica en salud mental dirigida a monitores y monitoras de ocio, casales, comedores y espacios deportivos y a las personas voluntarias en entidades y asociaciones de barrio.
En el marco del Plan de barrios y en colaboración con las mesas de salud mental de los distritos, se elaborarán cuatro planes integrales para la prevención y mejora del bienestar emocional en cuatro barrios prioritarios. El primero se implementará en los barrios de la Zona Nord-Ciutat Meridiana, Vallbona y Torre Baró, en Nou Barris.
Balance del plan de choque impulsado en mayo del 2020
Para paliar el impacto emocional de la COVID-19 en la ciudadanía, el Ayuntamiento de Barcelona elaboró el Plan de choque en salud mental, enmarcado en el Plan de salud mental 2016-2022, e impulsó una serie de acciones que actualmente todavía están en funcionamiento. Se crearon grupos de apoyo emocional para el acompañamiento en el duelo y se puso en marcha el teléfono gratuito para la prevención del suicidio. Para las personas mayores, uno de los colectivos más afectados por la pandemia, se reforzó el servicio municipal de teleasistencia, y con la iniciativa “Usted, ¿cómo está?” se contactó con personas de entre 70 y 84 años que no son usuarias de ningún servicio para evaluar su bienestar emocional.
En cuanto al apoyo psicológico a los jóvenes, en el 2021 ha finalizado el despliegue de la red Konsulta’m para detectar y atender de manera preventiva el padecimiento psicológico de jóvenes y adolescentes de entre 12 y 22 años. Actualmente hay once puntos de apoyo en funcionamiento, uno en cada distrito.