La escuela infantil permite hacer camino. Aquel camino que tomamos, en familia y por placer, un domingo por la mañana.
Sin prisas, observando el paisaje, tirando piedras en el río o en los márgenes para ver qué pasa, atreviéndonos a ir más allá de lo que nos atreveríamos porque nos sentimos seguras y seguros con los adultos que nos acompañan, sabiendo que si caemos nos ayudarán a levantarnos y nos consolarán ...
El patio es un lugar de recreo para los niños, donde pueden hacer un tipo de juego diferente de lo que hacen en las estancias, sin dejar de ser un importante espacio educativo.
En la escuela, cada día, preparamos varias propuestas para favorecer la diversidad en los juegos de movimiento, de grandes construcciones, de experimentación, en el arenal, ... Pero a menudo los niños y niñas crean su propio juego sin que el adulto intervenga ni que les dé ninguna consigna.
Para nosotros es importante despertar a los niños y las niñas el interés por manipular, experimentar y descubrir a través de los sentidos.
El juego con la luz y el color es una propuesta que desde pequeños los sorprende y los despierta mucha curiosidad, por eso les ofrecemos elementos luminosos como mesas de luz, linternas, retroproyector, luz negra y materiales u objetos con diferentes cualidades: Algunos de transparentes, otros opacos, harina, pan rallado, papel celofán, que les permite interactuar libremente y hacer sus propios descubrimientos.
El obrador de arena es un juego sensorial mágico, de exploración y descubrimiento dirigido a todas las edades. La arena fina y seca despierta sensaciones de placer en los niños.
Consiste en un espacio de juego donde los niños y las niñas, libremente, manipulan e investigan a través de la arena.
Entendemos que la escuela debe ser un espacio donde los niños, las niñas y las familias se sientan en confianza y familiaridad. Por este motivo la escuela está abierta a su participación.
Cuando las familias pasan ratos a las estancias a las horas de llegada y de despedida formando parte de un espacio importante para los niños iy las niñas en la escuela, participando en las fiestas, encontrándose con otras familias o educadoras por los pasillos con quien compartir un momento, se sinten integradas, formando parte de la comunidad.