La cotidianidad del trabajo de bombero es precisamente vivir en la «no cotidianidad». En los parques, el entrenamiento permite a los equipos de intervención estar en condiciones óptimas y al resto del personal dar el apoyo necesario que requiere un día a día exigente. Es una tarea que requiere planificación y también capacidad de reacción constante en frente de una realidad que se empeña en plantear nuevos retos en cada servicio. ¡Por suerte, los bomberos han sido siempre poseedores de una gran capacidad inventiva! ¿Ideas de bombero? Veamos de dónde vienen…
El mantenimiento físico del cuerpo de bomberos fue considerado imprescindible para un cuerpo competente. En el reglamento de 1903 se incorporó un profesor y un auxiliar de gimnasia al mando del cuerpo.
Dentro del parque, los bomberos conviven y se entrenan para las salidas. Los ensayos, y las prácticas de materiales y de técnicas son imprescindibles para estar preparados para las intervenciones.
Revisar y cuidar el material y la flota de automóviles para que esté en perfectas condiciones es esencial para los bomberos. Durante muchos años, cada parque disponía de un taller para reparar, restaurar y mantener las herramientas y los materiales.
