Diferentes metodologías de cálculo de costes

Los sistemas de costes son los métodos que se pueden utilizar para conocer los costes de los diferentes objetivos de costes (secciones, actividades y servicios finales) y determinar el resultado del periodo.

El sistema de costes que elijan las organizaciones depende de diversas variables, entre las que destacan:

  • características de cada servicio (tipo de actividades, ocupación de espacio, número empleados, etc)
  • objetivos que se pretenden alcanzar con el sistema
  • necesidades de información
  • información disponible
  • coste que se esté dispuesto a soportar para disponer de un sistema de costes

Si clasificamos los sistemas de cálculo de costes en función de los costes que se imputan a los objetivos de coste, tendremos:

Sistemas de costes parciales

Los Sistemas de costes parciales reciben esta denominación porque sólo imputan una parte de los costes de la organización a los servicios prestados. De este modo, en función de los costes considerados, el sistema de costes parciales puede ser de costes parciales directas o de costes parciales variables. El sistema de costes parciales directos, explicado en esta guía, sólo imputa los costes directos a los productos o servicios. El resto de costes, los indirectos, se deducen directamente en la cuenta de resultados, considerándose costes del periodo. Según este sistema, se puede obtener la cuenta de resultados para cada servicio, que es de mucha utilidad para poder analizar el margen de contribución que genera cada uno de ellos. Este sistema de costes es muy utilizado en empresas o instituciones con una estructura de costes caracterizada por tener un peso considerable de los costes directos.

Sistemas de costes completos

Los Sistemas de costes completos consideran todos los costes que se han tenido que soportar para la fabricación de un producto o la prestación de un servicio. Estos sistemas de costes son aconsejables en aquellas instituciones que tengan costes indirectos elevados y son muy útiles para poder conocer de forma más precisa la repercusión de todos los costes a cada servicio. La implantación de estos sistemas es más costosa que la de los sistemas de costes parciales, ya que se requiere de más información para poder imputar los costes indirectos, por lo tanto, antes de utilizarlos, se deberá comparar el coste de aplicar el sistema con los beneficios que se obtiene con su implantación. Existen diferentes variantes de estos sistemas, entre las que destacan:

  • Sistema de costes completos por tasa: los costes directos se imputan de manera inmediata al objetivo de coste y los costes indirectos se asignan en función de una tasa de reparto.
  • Sistema de costes completos por secciones: los costes directos imputan inmediatamente al objetivo de coste y los costes indirectos se asignan a las secciones para posteriormente ser asignados al objetivo de coste.
  • Sistema de costes basados ​​en las actividades (activity based costing o ABC): Este sistema se basa en el principio de que la actividad es la causa que determina el hecho de incurrir en costes, y que los productos o servicios consumen actividades. Es un sistema más complejo y que necesita más información para imputar los costes a las diferentes actividades que realiza cada sección, pero nos da mucho más detalle del coste de cada actividad que realiza la organización. Este sistema también es más útil a la hora de fijar tasas y precios públicos a los servicios prestados a la ciudadanía, ya que proporciona una información más ajustada de los costes totales de cada servicio final.

Ampliación costes ABC

El sistema de costes ABC (Activity Based Costing) surge en la década de los años ochenta, como respuesta a una serie de cambios en el mundo empresarial e institucional:

  • Aumento de los costes indirectos (especialmente los costes no vinculados al proceso de producción o de prestación de servicios)
  • Reducción del peso de la mano de obra (criterio de reparto mayoritariamente utilizado para repartir los costes indirectos)

Este sistema de costes parte de la premisa de que los productos o servicios no consumen costes de los departamentos, sino que consumen actividades realizadas por éstos, siendo las actividades las consumidoras de coste. Además, los productos o servicios no son los únicos que consumen actividades, dado que los clientes o usuarios de la organización también pueden consumir actividades.

En el sistema de costes ABC, al igual que el resto de sistemas de costes que tienen por objetivo el cálculo del coste, los costes directos asignan directamente a los productos o servicios, mientras que para los costes indirectos se siguen varias etapas:

  • En primer lugar, estos costes indirectos se localizan en las secciones o departamentos.
  • A continuación se definen las actividades realizadas por los departamentos.
  • Acto seguido se determina el coste de cada actividad.
  • Después se definen los inductores de coste (causantes de los costes o factores de variabilidad de los costes).
  • Posteriormente se calcula el coste por inductor.
  • Finalmente se asigna el coste de las actividades a los productos o servicios en base al número de inductores de cada producto o servicio al coste por inductor.

Algunas de las ventajas que aporta la utilización del sistema de costes ABC serían los siguientes:

  • posibilita un cálculo más preciso de los costes (en base a una asignación más rigurosa de los costes indirectos)
  • permite a la organización tener un mejor conocimiento de los costes de las actividades
  • ayuda a reducir los costes indirectos (a través de la eliminación o el re diseño de actividades que no están aprovechando recursos)
  • ayuda a fijar tasas o precios públicos a los servicios que presta el ayuntamiento al ciudadano

Los principales inconvenientes que presenta el sistema de costes ABC son:

  • si se determinan muchas actividades, encarece mucho el cálculo del coste
  • se trata de un sistema costoso (tiempo y recursos económicos)
  • se puede tender a eliminar actividades que pueden ser interesantes a medio plazo pero que estén desperdiciando recursos a corto plazo

Ventajas e inconvenientes de los diferentes sistemas de costes

Sistemas de costes parciales

Entre las principales ventajas de los sistemas de costes parciales, destacan la simplicidad, comparándolos con otros sistemas de costes, y el hecho de que como consecuencia de la simplicidad son un sistema de información más barato. Por el contrario, el principal inconveniente es la ausencia de análisis de determinados costes, esencialmente los indirectos, que en muchas organizaciones están experimentando crecimientos significativos.

Los sistemas de costes parciales son útiles para organizaciones en las que los costes que se dejan de imputar son poco significativos.

La información que facilita un sistema de costes parciales puede ser insuficiente para aquellas organizaciones en las que se quiera conocer de manera más exacta la repercusión de los costes indirectos o costes comunes de la estructura general de la organización en cada servicio ofrecido. 

Sistema de costes completos

El sistema de costes completos permite aumentar la calidad de la información relativa a los costes indirectos de los productos o servicios. Por esta razón, a pesar de que es un sistema de información más caro, es especialmente recomendable para aquellas organizaciones que trabajan con márgenes reducidos o bien tienen un peso significativo de costes indirectos, además mejoran el conocimiento del coste de reserva en relación al sistema de costes parciales.

El sistema de costes completos se suele aplicar a organizaciones que operan en sectores como el industrial y el de servicios (hospitales, escuelas, hoteles, ...), y también, cada vez más, en la administración pública.

Sistema de costes basados ​​en las actividades (activity based costing o ABC)

Las principales ventajas del sistema de costes ABC son que permite calcular de manera mucho más precisa los costes totales de un producto o servicio, que aporta más información sobre los costes de las actividades que se realizan en la organización, y que permite relacionar los costes con sus causas. Además, es un buen sistema para la reducción de costes en organizaciones complejas. Pero este sistema también tiene desventajas. Entre los principales inconvenientes se puede indicar que si se seleccionan demasiado actividades se puede complicar y encarecer el sistema de cálculo de costes. Además, determinados costes indirectos de administración y dirección son difíciles de imputar a las actividades. Es un sistema de costes que exige más tiempo para implantarlo, pero una vez implantado da una gran información y es de mucha utilidad para los gerentes de la administración pública.