El jurado de la Fundación Barcelona Comerç considera que el conjunto de comerciantes y restauradores de Barcelona merecen este reconocimiento por los siguientes motivos:
- Por la responsabilidad, el compromiso y la generosidad que han mostrado al seguir las indicaciones de las autoridades para hacer frente a la pandemia de la COVID-19.
- Por la respuesta solidaria y valiente, que comportó, en muchos casos, sacrificios y costes personales.
- Por la contribución a la calma de los vecinos y vecinas, ya que han cumplido con creces todas las medidas obligadas y también voluntarias y han creado espacios seguros.
- Por la capacidad de adaptación a una situación desconocida, incierta y cambiante que ha llevado al límite poder mantener la actividad económica del sector.
- Por mostrar la fortaleza del asociacionismo.
- Por evidenciar que son parte fundamental de la vida de los barrios de nuestra ciudad, también en situaciones límite.
Toni Falguera, propietario del Celler de Gelida, asociado al Eje Comercial de Sants-Les Corts, ha recogido el premio en representación de los 55.400 establecimientos comerciales de Barcelona.
La notable densidad comercial, de cerca de cuatro establecimientos por cada cien habitantes, es una de las señas de identidad más reconocidos del tejido comercial de Barcelona.