En 2019 se contrató la realización de dos inspecciones, con sus respectivos informes, a una empresa de consultoría y diagnóstico de amianto para detectar fragmentos de fibrocemento aflorados, o colocados, en los alrededores de caminos, taludes y plataformas de la colina; concretamente en la parte tocando en Can Baró, que es donde el vecindario había alertado de este hecho. En estas dos inspecciones visuales se recogió información de la zona, se realizaron fotografías de los fragmentos con indicación de los tamaños aproximados y se elaboró un croquis señalando los diferentes fragmentos encontrados.
Paralelamente a estas inspecciones, se contrató una empresa de gestión y tratamiento del amianto que realizara dos jornadas de retirada de fragmentos. Esta empresa volvía a hacer la inspección y la recogida simultánea, siguiendo el protocolo de estos casos, de una manera mucho más extensa y llevada a cabo por más operarios. Los pasados 5 y 6 de noviembre se realizaron dos jornadas de retirada de materiales por parte de esta empresa.
Dada la historia del lugar y la práctica ilegal de vertido de escombros después de obras de construcción / derribo, la existencia de tierra vegetal y vegetación y los factores climatológicos, los fragmentos o elementos que puedan existir pueden tanto aflorar como enterrarse y desplazarse.
La empresa adjudicataria, con un plan de trabajo debidamente aprobado, tiene contratadas dos jornadas más de retirada que se realizarán en los próximos meses a modo de seguimiento. Se ha pedido una ampliación de la zona de trabajo para incluir también la parte de la colina más cercana a la Font d’en Fargues.
También es importante decir que no se analiza si los trozos encontrados contienen fibras de amianto o asbesto, que son las causantes de las patologías respiratorias y por lo que se prohibió el uso del amianto. Por tanto, no se puede asegurar que toda la cantidad retirada contenga estas fibras.