De las 88.375 personas atendidas, un 32 % no había acudido nunca a los servicios sociales municipales o hacía más de un año que no lo hacía. El 64 % fueron mujeres y el 36 % restante hombres.
En total, se concedieron ayudas extraordinarias, la mayoría para cubrir necesidades básicas como la alimentación o la vivienda, por valor de 46,6 millones de euros. De este importe, 14,9 millones de euros corresponden a las ayudas del fondo extraordinario COVID, y los 31,5 millones de euros restantes forman parte de las ayudas de emergencia otorgadas por los centros de servicios sociales y los gastos de alojamiento de urgencia. Estos 31,5 millones de euros representan un incremento del 140 % respecto al número de ayudas que se concedieron en el 2019.
En cuanto al derecho a la alimentación, se reforzaron los servicios que ya funcionaban en la ciudad y se crearon otros nuevos, con 929.204 comidas servidas a domicilio y varias colaboraciones con entidades del tercer sector, que todavía se mantienen, para atender a 68.506 personas.
Nou Barris y Ciutat Vella, los distritos donde se han hecho más atenciones
Para hacer frente al incremento de la demanda, el Instituto Municipal de Servicios Sociales reforzó temporalmente los 40 centros de servicios sociales con 28 trabajadoras más. El refuerzo profesional y la adaptación a las restricciones con más atención telemática han permitido que el tiempo de espera para la primera atención se haya reducido en un 28 %; el tiempo de espera actual para la primera atención ha pasado de 21,34 días a 15,36.
Como evidencia de la necesidad de adaptación que tuvieron los servicios sociales, entre enero y abril se realizaron 19.161 atenciones presenciales y domiciliarias, mientras que el resto del año se hicieron 28.373 atenciones presenciales, 201.957 atenciones telefónicas y 1.969 visitas a domicilio. Los dos distritos donde se registró más volumen de actividad fueron Nou Barris, con 38.005 atenciones, y Ciutat Vella, con 36.187 atenciones.