El lunes, 8 de marzo, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ampliará el servicio de paradas intermedias a demanda del Nitbus, un servicio que el AMB activó, como prueba piloto, hace ahora tres años, en las líneas N1 y N9.
A partir del lunes, las líneas N13, N14, N16, N17 y N18 del bus nocturno del área metropolitana de Barcelona dispondrán, en determinados tramos, del servicio de paradas intermedias a demanda.
Con estas nuevas incorporaciones sigue creciendo el número de líneas que disponen de este servicio específico, que vela por la seguridad de los colectivos más vulnerables, como las mujeres y las personas menores de edad.
Al solicitar este tipo de parada, las personas usuarias podrán aproximarse lo máximo posible a su destinación, y así tendrán que andar menos tiempo a solas.
Además, toda la flota de autobuses Nitbus dispone de cámaras de videovigilancia, medida que ha permitido reducir notablemente el número de incidentes registrados en materia de seguridad, que actualmente es muy bajo. Fuera de los vehículos, las nuevas marquesinas que se instalan disponen de iluminación nocturna.
¿Cómo funcionan las paradas intermedias a demanda?
El sistema de funcionamiento de las paradas intermedias a demanda del Nitbus requiere avisar al conductor o conductora del lugar aproximado donde se quiere hacer la parada (cuando no sea una parada programada en la línea nocturna), siempre dentro de la ruta oficial de la línea.
Para asegurar que se lleve a cabo en lugares con unas condiciones mínimas de seguridad para los usuarios, la bajada a demanda fuera de paradas oficiales se hará por la puerta delantera y en tramos urbanos, donde el vehículo pueda parar acercarse a la acera o al lado de los pasos de peatones.
Estudio de seguridad y movilidad
Según el estudio de seguridad y movilidad del AMB y el IERMB, un 54 % de las mujeres usuarias de transporte público evita usar paradas o estaciones poco frecuentadas, un 60 % si estas están mal iluminadas o tienen poca visibilidad y un 46 % evita viajar de noche.
El estudio también constata que la percepción de inseguridad en el espacio público es una cuestión transversal en muchos ámbitos y entornos, en la que intervienen factores de contexto urbano (tipo de tejido, vulnerabilidad, deterioro del espacio) y factores individuales (bajo nivel de renta, ser mujer, percepción de desorden, victimización previa, entre otros).
Fuente: AMB.