Los prototipos pasarán ahora por un periodo de evaluación y, una vez homologados, a partir de finales de julio, los bares y restaurantes podrán instalarlos. En total, este mes de junio habrá once terrazas definitivas sobre antiguas filas de aparcamiento o en chaflanes.
Los diseños son de código abierto y se integran fácilmente, son resistentes a la intemperie e incorporan vegetación en el perímetro. Por ahora, cuatro empresas fabrican los prototipos. Sin embargo, en un futuro, con los proyectos homologados, cualquier productor de muebles podrá fabricarlos.
Ayudas para bares y restaurantes que quieran implantarlas
La implantación de las plataformas se hará de manera progresiva, a demanda de los restauradores y correrá a su cargo. Hasta junio del 2022, cuando los diseños se conviertan en obligatorios, habrá un periodo de transición, en el que convivirán los elementos provisionales y los definitivos. Pero los bares y restaurantes que quieran mantener la terraza en la calzada estarán obligados a disponer de una plataforma definitiva.
Para facilitar la financiación a los restauradores que quieran consolidar la terraza, durante este verano se convocará una línea de subvenciones de dos millones de euros para ayudar a financiar el coste de la compra y la instalación de la plataforma.
Permisos excepcionales durante la pandemia
En total, en un año, se han concedido 3.668 permisos para nuevas terrazas y ampliaciones. Han supuesto más de 10.000 mesas nuevas y casi 40.000 sillas nuevas. Además, las localizaciones escogidas, como filas de aparcamiento o chaflanes, han permitido liberar casi 30.000 metros cuadrados de asfalto, que se ha recuperado para el uso ciudadano. En el ámbito económico, según un estudio de la Universidad de Barcelona, la instalación de las terrazas provisionales ha salvado al menos 1.875 puestos de trabajo.