Las iniciativas de agricultura social demuestran tener un gran potencial a la hora de fomentar tanto la sostenibilidad ambiental como la vinculación de la ciudadanía al tejido social del territorio. El equipo del Centro de Servicios Sociales del Guinardó puso en marcha, en marzo, el proyecto «Anem a l’hort», con la finalidad de incorporar a unas diez personas usuarias del centro a la actividad del huerto urbano del barrio.
Los y los participantes del proyecto aprenden a trabajar la tierra para el autoconsumo y participan en un espacio comunitario basado en el empoderamiento social y las relaciones igualitarias entre las personas. Además, mejoran su alimentación y habilidades sociales y recuperan la ilusión de implicarse con el entorno. Se trata de un grupo heterogéneo en cuanto a edad, sexo y nacionalidad, que por diferentes motivos vive un momento de dificultad y se ha acercado al centro en busca de nuevos recursos. Este es el caso de Joel, de quien explicamos la historia en este vídeo.
«Anem a l’hort» forma parte de la visión comunitaria del trabajo de los servicios sociales de Barcelona en el territorio. El objetivo es fomentar la autonomía y el bienestar de las personas, y al mismo tiempo fortalecer las redes de relación y cuidados en el territorio.