Los arrecifes artificiales, de 25 toneladas de peso cada uno, se han construido con superficies y texturas rugosas, que simulan las de los fondos rocosos naturales, lo que permitirá que los colonicen diferentes organismos planctónicos y marinos. Además, al colocarse en el dique de abrigo del puerto, reforzarán los diques sumergidos que había, y a la vez garantizarán el correcto funcionamiento y la seguridad del puerto, para solucionar los problemas de rebasamiento de agua de la infraestructura en los temporales de los últimos años.
Por otra parte, estas y otras intervenciones incrementarán la generación de biomasa, mejorarán la calidad del agua y permitirán luchar contra el cambio climático.
Un puerto vinculado a la ciudadanía y a la sostenibilidad
La instalación de los bloques de hormigón es el primer paso del proyecto del Puerto Olímpico y el Zoo de Barcelona para renaturalizar el litoral de la ciudad y se refleja en el del Parque de los Arrecifes, que se instaló en el 2003 en el litoral de levante de la ciudad. Con el tiempo, este espacio se ha convertido en un lugar de características similares a las de los fondos rocosos naturales y ha mejorado el fondo marino del litoral de Barcelona.
Una parte de esta actuación tendrá también una vertiente didáctica, para sensibilizar y explicar a la ciudadanía aspectos sobre la conservación del mar, y un espacio de promoción de actividades de ocio, como el escafandrismo. Así pues, la instalación de los arrecifes artificiales naturalizados hace avanzar la transformación del Puerto Olímpico para que se acabe convirtiendo en un espacio de vida familiar y social vinculado al mar, para disfrutar, trabajar y hacer deportes náuticos.
El coste de la obra de los diques sumergidos es de 10,6 millones de euros.