Centros conectados con el entorno, edificios accesibles y flexibles para distintas actividades, más zonas verdes, espacios de lactancia y mobiliario adaptado, formación en materia de género al personal municipal, impulso de una red de lavabos y espacios de cuidados municipales o protocolos para la prevención y el abordaje de las violencias machistas. Además, se apostará por que los espacios interiores sean confortables, bien iluminados, con climatización natural, con aislamiento acústico y con recorridos claros y bien estructurados.
Estas son solo algunas de las actuaciones que prevé una nueva medida del Gobierno municipal para introducir la perspectiva de género en el diseño y gestión de los equipamientos municipales. Y es que, tal como revela un estudio previo, se detecta una brecha de género en el uso de los equipamientos, con una clara tendencia a la feminización en porcentajes desiguales.
En concreto, las mujeres utilizan un 75 % más que los hombres las tiendas de barrio de consumo diario y los establecimientos especializados, así como los bancos y los centros de asistencia primaria. También es elevado el porcentaje de mujeres que utilizan los casales de personas mayores y los centros educativos (25-30 %) y los centros de servicios sociales y las bibliotecas (15-20 %), en ambos casos más que los hombres. En cambio, esta diferencia oscila solo entre el 1 y el 10 % respecto a los equipamientos de ocio.
Además de establecer una nueva metodología para el estudio y evaluación, la propuesta establece una serie de recomendaciones para los diseños que deban realizarse en el futuro.