A veces se pasan momentos bajos, puntualmente no se encuentran soluciones, se acumulan las adversidades, los sentimientos no nos permiten avanzar, los bloqueos hacen malas pasadas, las situaciones imprevistas se presentan muy complicadas. Es entonces cuando Júlia, la psicóloga del equipo, entra en acción. También, cuando las profesionales del equipo lo valoran y proponen hacer más álgida la subida, cambiar el paso lento y empujar hacia la ligereza, abrir los ojos que no quieren ver, avanzar en el autoconocimiento y en la mejor gestión de las emociones, ya sean las revolucionadas de los niños y adolescentes, las atemorizadas y bajas de las personas adultas, o las solícitas de la gente mayor.
“Como psicóloga me encanta averiguar y descubrir, con quien lo necesita, como dejar atrás la angustia persistente que persigue y no quiere irse, tan difícil de entender, como reconducirla y superarla. Siempre construyendo conjuntamente una buena conexión que ayude a avanzar “, comenta la experta.
Otra parte de su tarea es aportar la dimensión psicológica en los proyectos, ya sean de prevención o de intervención. Esto hace que su trabajo psicosocial y su atención sea integral.