El Ayuntamiento de Barcelona tiene entre sus prioridades reducir la siniestralidad vial en la ciudad, por lo que será de los primeros en implantar en la flota municipal la nueva señal que ha establecido la instrucción de la Dirección General de Tráfico (DGT) y que advierte a las personas usuarias más vulnerables de los ángulos muertos de los vehículos de grandes dimensiones.
El objetivo de la señal es avisar a las personas que se desplazan con medios más vulnerables del peligro que supone situarse en zonas no visibles cuando se aproximan a esos vehículos señalizados, para que puedan evitar riesgos colocándose en un punto en el que sean visibles para las personas que conducen los vehículos.
La colocación de esta señal es de carácter voluntario y afecta a los vehículos de transporte de viajeros de más de nueve plazas, incluido el conductor/a (vehículos de las categorías M2 y M3, según el Reglamento general de vehículos), a los vehículos de transporte de mercancías de las categorías N1, N2 y N3 y a los vehículos de transporte de residuos en el ámbito urbano.
En los últimos meses, el Ayuntamiento de Barcelona ha trabajado conjuntamente con la DGT, otros ayuntamientos del Estado (Madrid, Zaragoza y Logroño) y con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) en la definición e implantación de la señal de tráfico en los vehículos de distribución de mercancías, autobuses urbanos y escolares y camiones pesados.
Implantación en más de dos mil vehículos municipales
Para contribuir a su difusión, el Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido a implantar la nueva señal en un total de 2.199 vehículos de la flota municipal durante los próximos meses.
Así, la señalización se colocará en vehículos del parque de limpieza, de Parques y Jardines, de mantenimiento del espacio urbano, de la Guardia Urbana o del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS), entre otros.
Protección de los colectivos más vulnerables
La nueva señalización pretende dar respuesta al incremento de la movilidad a pie, en bicicleta, en motocicleta y con nuevas formas de movilidad, como los vehículos de movilidad personal, en las ciudades. Debe tenerse en cuenta que ese incremento se da paralelamente al aumento del tráfico de vehículos comerciales y pesados por el crecimiento de la actividad logística y las entregas del comercio electrónico.
El Ayuntamiento de Barcelona apuesta por garantizar una movilidad sostenible, saludable y segura en la ciudad, en el marco de los objetivos fijados en el Plan de movilidad urbana (PMU) 2024. Una de las principales prioridades del Gobierno municipal es la reducción de la siniestralidad. Por ese motivo, trabaja de forma transversal en varias acciones para contribuir a disminuir el número de accidentes que se producen en la capital catalana.
La inclusión de esta señal es una primera medida que se enmarca en un conjunto de acciones que se están adoptando en la Unión Europea para disminuir el riesgo de accidentes gracias a la mejora de la visibilidad de quienes conducen furgonetas de reparto, autobuses y camiones. El objetivo final es conseguir que conductores y conductoras tengan una visión directa, pero hasta que los sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS) no se hayan incorporado a todos los vehículos, la opción de una señalización en el propio vehículo que alerte de la existencia de ángulos muertos puede ser de utilidad para prevenir siniestros.
Proyecto Autonomous Ready
En la misma línea, el Ayuntamiento de Barcelona está trabajando también en otros proyectos similares para proteger a las personas usuarias más vulnerables, como el Autonomous Ready Spain.
Se trata de un proyecto pionero en el mundo destinado a reducir la siniestralidad y los accidentes en el entorno urbano gracias a la utilización de tecnologías ADAS.
Puesto en marcha en el 2019, está liderado conjuntamente por la DGT y el Ayuntamiento de Barcelona y es fruto de la colaboración público-privada: participan en él empresas y entidades comprometidas con la pacificación de la ciudad, la seguridad de sus conductores y conductoras, y la protección indirecta de las personas usuarias más vulnerables.
Cada día, más de quinientos vehículos de reparto y transporte equipados con tecnologías de ayuda a la conducción y recopilación de datos recorren las calles de Barcelona y contribuyen así a incrementar la seguridad vial mediante la detección de la presencia de las personas usuarias más vulnerables de la pirámide de movilidad (peatones, ciclistas y motoristas). El objetivo es reducir la accidentalidad y elaborar un mapa detallado de las zonas sensibles de la movilidad en la ciudad.
Con este proyecto se instalan en los vehículos cámaras inteligentes, que, conectadas a una herramienta de reconocimiento y procesamiento de datos, interpretan el entorno en tiempo real para ayudar a conductores y conductoras a prevenir posibles colisiones, al tiempo que ofrecen información sobre puntos de riesgo en la infraestructura vial de la ciudad.