El equipamiento, que responde a una demanda histórica, está orientado a atender a personas doblemente vulnerabilizadas y en situación de exclusión social extrema: se encuentran en situación de calle y, además, presentan adicciones a diferentes sustancias, incluido el alcohol. Las personas residentes presentan un estado de salud delicado y con distintas patologías asociadas, fruto de años de drogodependencia y de vivir en la calle. El equipo de profesionales que las atiende ha podido constatar que su estancia en el centro supone una mejora sustancial en su estado emocional y de salud.
Este nuevo equipamiento de atención sociosanitaria intensiva, que ha estado en funcionamiento ininterrumpidamente durante un año y medio en el distrito de Les Corts, prioriza la atención a personas de más de 45 años con una situación de salud más comprometida e incorpora la perspectiva de género para dar respuesta a las necesidades diferenciadas de las mujeres y las personas LGTBIQ, con medidas concretas como una reserva del 50 % de las plazas para mujeres o la creación de espacios no mixtos, horarios de acceso diferenciados y servicios específicos.
El centro tiene capacidad para 50 personas, está abierto las 24 horas al día cada día del año, cubre las necesidades básicas de alojamiento, higiene y alimentación y dispone de programas de atención social y sanitaria, incluyendo la reducción de daños por el consumo de sustancias. También dispone de espacios para facilitar el aislamiento sanitario en caso de contagio por COVID-19.
Traslado a Horta-Guinardó
El equipamiento, puesto en marcha por el Ayuntamiento y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) en el contexto de la primera emergencia sanitaria producida por la COVID-19 y gestionado por la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), está funcionando en un albergue para jóvenes de la Fundación Pere Tarrés del distrito de Les Corts.
En marzo se trasladará en otro espacio ubicado en Horta-Guinardó que gestionará la ABD, entidad ganadora de la licitación por concurso público, convocado por la ASPB, para la prestación de este servicio de acogida.
La investigación del nuevo espacio ha ido a cargo de la entidad y se ha acompañado, desde el mes de noviembre, de una serie de reuniones del Consistorio y la ASPB con asociaciones de vecinos y vecinas, familiares de alumnos del centro escolar próximo al nuevo equipamiento y comerciantes de la zona con el fin de darles información sobre el proyecto.
Por otro lado, está previsto que, durante las próximas semanas y antes de proceder al traslado, la ASPB y el Ayuntamiento sigan trabajando a fin de que el funcionamiento del centro sea óptimo y tenga la máxima complicidad posible del entorno.
El equipamiento es una de las medidas que recoge el Plan de acción sobre drogas y adicciones 2021-2024 y tendrá una financiación pública anual de unos 2,5 millones de euros, que sufragarán el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya.