El pistoletazo de salida del análisis fue una reunión con mujeres referentes de la ciencia y la investigación en la ciudad, donde se hicieron aportaciones sobre los problemas que tienen y sobre cómo enfocar su diagnosis. Además, el estudio se basó en las experiencias surgidas de ocho grupos de discusión con mujeres de diferentes edades, de distintas áreas de conocimiento, que trabajan en diferentes tipos de centros de investigación y se encuentran en diferentes etapas de su carrera, y se contrastaron con las aportaciones de dos grupos de discusión formados por hombres investigadores.
Entre las conclusiones destacan los factores que inciden en la trayectoria de las investigadoras, como la maternidad o la cultura académica masculinizada, con estilos de liderazgo y comunicación agresivos y competitivos, o los estereotipos de género, que hacen que a menudo las tareas repetitivas o invisibles, que no aportan ningún mérito curricular y que requieren una gran inversión de tiempo, acaben en manos de las investigadoras porque se considera que ellas tienen habilidades logísticas y organizativas.
Otros aspectos que sobresalen son la falta de referentes y ejemplos para las jóvenes investigadoras o el sistema de red de alianzas y contactos extralaborales que perpetúan y arrastran modelos de relación masculinizados.
Diez propuestas para paliar las desigualdades de género
A partir de estas conclusiones, el informe presenta un decálogo de recomendaciones para incorporar en las políticas municipales de ciencia una perspectiva de género que permita reducir las desigualdades entre hombres y mujeres en el ámbito de la investigación.
- Emprender medidas para concienciar al tejido científico sobre las prácticas cotidianas y los estereotipos que contribuyen a mantener las desigualdades que sufren las investigadoras.
- Proporcionar herramientas de gestión y regulación de los estilos comunicativos con recomendaciones adaptadas a los diferentes contextos propios de la investigación (seminarios, congresos, reuniones, etc.).
- Impulsar acciones de empoderamiento de las mujeres que contribuyan a reducir la inseguridad aprendida y les proporcionen más confianza y seguridad en sus capacidades.
- Promover la participación paritaria en espacios de difusión y mediáticos, así como en acontecimientos científicos de relevancia.
- Reforzar las actuaciones de visibilización de las mujeres científicas, incorporando una reflexión sobre los modelos comunicativos, de liderazgo y de gestión de los grupos de investigación. También es importante dar a conocer investigadoras que se encuentren en diferentes momentos de la trayectoria académica, ya que pueden ser referentes para las jóvenes que se inician en este campo.
- Apostar por medidas de visibilización que otorguen reconocimiento y prestigio en los ámbitos de conocimiento más feminizados.
- Poner en marcha medidas que faciliten la conciliación familiar y que reduzcan la brecha de producción científica que se produce a causa de la distribución desigual de las tareas de cuidado.
- Garantizar la participación efectiva de las investigadoras en los espacios informales y de toma de decisiones.
- Impulsar acciones que velen por el reparto paritario de las tareas y las funciones de cada una de las actividades propias de la investigación.
- Hacer una apuesta decidida no solo a la hora de diseñar y aprobar protocolos contra el acoso sexual, sino a la hora de garantizar un despliegue efectivo y de implementar evaluaciones para rendir cuentas.
Este estudio se enmarca en el plan Barcelona Ciencia 2020-2023.