El paso materializará una nueva conexión entre el suroeste y el nordeste de Vallbona, y tendrá un uso exclusivo para peatones hasta que se apruebe la modificación del planeamiento urbanístico de la zona.
Con la urbanización temporal, los peatones se desplazarán por el nuevo paso inferior, y los vehículos y las bicis seguirán transitando por el paso existente. La intervención, que compatibilizará las diferencias de cota de los dos lados del paso, creará espacios verdes en el entorno para generar un esponjamiento visual.
Cuando la urbanización ya sea definitiva, el tráfico de vehículos y bicis se producirá por el nuevo paso inferior, y se dejará el actual para el tráfico de peatones.
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