Las acciones de la medida se dividen en cuatro ámbitos: nuevas herramientas normativas, nuevas herramientas de conocimiento y rehabilitación, nuevos vínculos con la ciudadanía e impulso de cambios legislativos.
Con respecto a los cambios de la normativa municipal, se modifica la Ordenanza reguladora de los procedimientos de intervención municipal en las obras (ORPIMO), que tiene como objetivo mejorar el control sobre los derribos. Una vez se apruebe, para la tramitación de los derribos habrá que aportar información sobre el posible valor patrimonial del edificio que se propone derribar. Esto permitirá conocer con mayor detalle el patrimonio de la ciudad y valorar si es necesario mejorar su protección, y, a la vez, reducir las emisiones y fomentar la creación de una economía verde centrada en mejorar la habitabilidad y la eficiencia energética de las edificaciones.
Por otra parte, se amplía el Catálogo de patrimonio de Barcelona para transformarlo en un documento abierto a continuas incorporaciones, en revisión permanente y que evite que se pierdan elementos valiosos por el hecho de no estar protegidos.
La medida también incluye líneas para ampliar el número de elementos patrimoniales de la ciudad y su grado de protección, como:
- Revisión del nivel D de protección patrimonial.
- Adecuación del planeamiento respecto a los tejidos históricos.
- Redacción del Catálogo de paisaje de la ciudad.
- Revisión del Plan de protección de los establecimientos emblemáticos y tradicionales.
- Consolidación del patrimonio verde.
- Consolidación y valoración de los inventarios patrimoniales.
Iniciativas para favorecer la rehabilitación
Con la voluntad de involucrar a la ciudadanía y los profesionales en todas estas iniciativas se creará una mesa de patrimonio ciudadana, en la que se hará seguimiento de esta medida de gobierno y se compartirán todos los avances. Además, se creará una publicación anual de patrimonio para difundir y divulgar las intervenciones y rehabilitaciones más destacadas y se incrementará el asesoramiento municipal para las buenas prácticas en la rehabilitación y restauración.
En cuanto a las nuevas herramientas de conocimiento y de rehabilitación, se creará un equipo técnico dedicado al paisaje y el patrimonio, integrado por profesionales del Instituto Municipal del Paisaje Urbano y la Calidad de Vida (IMPUiQV) y la Dirección de Arquitectura Urbana y Patrimonio. Su finalidad principal será revisar los informes históricos requeridos para los derribos, asesorar en los procesos de rehabilitación y gestionar las subvenciones.
Otra de las novedades es el aumento de la dotación económica para la conservación y mejora del patrimonio. Un total de 7,5 millones de euros anuales que permitirán ampliar los siguientes ámbitos:
- Ayudas a la conservación y mejora de las condiciones del patrimonio privado. Nueva línea de subvenciones patrimoniales para potenciar la rehabilitación patrimonial privada.
- Programa de restauración del patrimonio municipal de valor especial.
- Programa de mantenimiento del arte público.
- Nuevo Plan de medianeras.
- Intervenciones en pequeños paisajes.
Finalmente, esta renovación de la mirada del patrimonio de la ciudad también comporta un nuevo impulso legislativo para actualizar la Ley 9/1993, de 30 de septiembre, del patrimonio cultural catalán, conjuntamente con la Generalitat de Catalunya, e incluir las protecciones de conjuntos paisajísticos. De esta manera se podrán proteger no solo edificios concretos sino también conjuntos de paisaje urbano y actividades significativas tanto en el ámbito artesanal como en el comercial, y los ayuntamientos podrán proteger bienes muebles y lugares históricos.