Las actividades de restauración, solo en estas zonas de Ciutat Vella, avanzarán su cierre a las 2.00 horas, mientras que las terrazas avanzarán el cierre a las 23.00 horas durante toda la semana. Se implantarán otras medidas como limitar el número de módulos permitidos por terraza y no dejar que se unan mesas, de manera que se limitan a cuatro personas o al núcleo familiar a fin de que los grupos más grandes estén en los interiores de los locales. Igualmente, los establecimientos de venta alimentaria tendrán que cerrar a las 22.00 horas.
También será obligatorio que las mesas y sillas tengan tapones de plástico y que las cadenas que aseguran los elementos de las terrazas estén plastificadas. El plan prevé igualmente la limitación de conciertos y acontecimientos en estas calles y restringir la implantación de nuevas actividades. Para asegurar el cumplimiento de estas medidas se impulsarán planes de inspección para vigilar el cumplimiento del aforo máximo de cada actividad.
Se reforzarán los servicios de limpieza de la calle y el control a fin de que los establecimientos tiren el vidrio en los contenedores durante el día y no por la noche. Paralelamente continuarán las campañas de concienciación con el incremento de promotores hasta finales de año. El plan supone el refuerzo de la presencia de la Guardia Urbana en estas calles.
Estas medidas solo afectan a estos espacios del distrito y se prevé que entren en vigor una vez superados todos los trámites administrativos. El plan para reducir la contaminación acústica se adopta después de que los resultados de los sonómetros instalados en estas calles y plazas de Ciutat Vella hayan mostrado que se superan de manera continuada en 3 decibelios los límites permitidos de noche.