Los trabajos de mantenimiento, conservación y mejora de los jardines verticales se llevarán a cabo un mínimo de una vez al mes mediante sistemas de elevación, que permitirán limpiar y podar todos los niveles de plantaciones, fertilizar y revisar el sistema de riego.
Los muros ajardinados no solo mejoran el aspecto estético de una fachada, sino que también contribuyen a reforzar el aislamiento térmico de los edificios y son una fuente de biodiversidad en espacios que no permiten la instalación de jardines convencionales.