El nuevo equipamiento atiende a las personas refugiadas que están acogidas en casa de familiares y conocidos, o bien que se han establecido en la ciudad, y da alojamiento a las personas que llegan a la ciudad a partir de las 19.00 horas y no tienen donde quedarse hasta que pueden ser redirigidas al circuito estatal de acogida y al dispositivo de la Fira de Barcelona.
La apertura del centro permite que el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB), que hasta ahora estaba haciendo este tipo de atenciones, quede disponible para cualquier otra emergencia que se pueda producir en la ciudad.
El equipamiento está plenamente adaptado para personas con movilidad reducida, dispone de ochenta plazas de alojamiento y ofrece servicio de desayuno, comida y cena. Está dirigido por profesionales del propio CUESB y, además, ofrece prestaciones de cobertura de necesidades básicas para las familias alojadas en viviendas particulares, como tarjetas monedero para poder comprar productos de alimentación y cobertura de necesidades farmacéuticas o de ropa, mientras esperan que se activen ayudas estatales concretas. También dispone de un servicio de consigna, un espacio de ludoteca y un servicio de traducción.
Los servicios municipales ya han realizado cerca de 4.300 atenciones
Desde el inicio de la guerra, tanto el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona como el Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER) han adaptado los servicios para atender a las personas ucranianas. Desde entonces han hecho casi 4.300 atenciones, contando las 2.602 del CUESB y las 1.667 del SAIER.
Además, el SAIER realiza sesiones diarias de acogida para informar a las personas llegadas de Ucrania de los servicios a su disposición, como los servicios sanitarios y el derecho al empadronamiento y a la escolarización de menores, y para resolver dudas. A estos servicios hay que añadir 720 sesiones grupales específicas en orientación jurídica, sobre todo respecto a los trámites para optar a la protección internacional.
Finalmente, el Servicio de Orientación y Acompañamiento en Persones Inmigradas (SOAPI) ha empezado a organizar sesiones de acogida específica en los barrios de la ciudad para facilitar el conocimiento de las personas recién llegadas de la realidad de la zona donde residen.
Una ciudad abierta y acogedora
Además de los esfuerzos municipales para dar apoyo a las personas que huyen del conflicto de Ucrania, cerca de novecientos vecinos y vecinas de Barcelona ya se han ofrecido como voluntarios para colaborar con la acogida de las personas llegadas a la ciudad, a través del web ciutatrefugi.barcelona. Las personas inscritas participan en sesiones de formación para conocer el contexto de llegada de las personas provenientes de Ucrania e información general del contexto migratorio en la ciudad de Barcelona y los derechos y deberes que tienen como personas voluntarias.