La emblemática Escola del Mar celebra su primer siglo de vida con una extensa historia de anécdotas y vivencias que la han convertido en un referente educativo en la ciudad. La escuela, que se inauguró en 1921, estaba al inicio en la Barceloneta, en primera línea del mar y sobre la misma arena de la playa. En 1938 la Escola del Mar fue destruida a consecuencia de un bombardeo durante la Guerra Civil española.
A principios del siglo XX, el analfabetismo era uno de los problemas sociales más graves. En 1916 el Ayuntamiento de Barcelona creó una comisión de cultura que se dedicó a la construcción de edificios para realizar escuelas, la creación de un buen sistema sanitario para los niños y la asignación de una persona que velara por el sistema escolar: el artista y pedagogo Manuel Ainud.
Originalmente, la Escola del Mar se dirigía a criaturas de familias obreras que no podían acceder a la playa y que a menudo vivían en condiciones higiénicas precarias, lo que hacía aconsejable que pudieran disfrutar de una educación al aire libre y cerca del mar. Por este motivo, la mayor parte de las actividades se realizaban en el exterior: clases en la playa, siestas en las hamacas, baños en el mar durante el verano o navegación con la embarcación de la escuela, la Nausica.
Un edificio singular para un proyecto educativo innovador
La Escola del Mar, construida por el arquitecto Josep Goday, tenía dos plantas y tres cuerpos en forma de U abierta al mar. El edificio era de madera y se sostenía sobre unos pilares de hormigón armado que lo elevaban por encima de la arena.
El primer director del centro fue Pere Vergés, pedagogo e impulsor de la escuela moderna. Vergés apostó por un modelo educativo innovador que iba más allá de la enseñanza y que fomentaba la participación de los niños en la gestión de las actividades y en la gobernanza de la escuela. El alumnado se organizaba a través de grupos y era responsable de coordinar la revista del centro y gestionar los préstamos de la biblioteca o el servicio meteorológico. Además, escogía a las personas que serían representantes a través de votaciones; existía un consejo general con poder de decisión.
El historiador Josep Maria Ainut de Lasarte explica en el documental Han bombardejat una escola! que la Escola del Mar era “innovadora en el método, planteamiento y situación. Y, por qué no decirlo, por lo que representaba sobre la proximidad de los niños y niñas con la playa, la arena y el mar”. “La coeducación desarrolla la responsabilidad. La educación en la Escola del Mar se basaba en que los niños y niñas son ciudadanos. La convivencia debe aplicarse desde pequeño”, añade.
Grandes personalidades de la época como el matemático Albert Einstein o el dramaturgo Jacinto Benavente visitaron el centro para conocer de primera mano esta forma revolucionaria de entender el papel de la escuela.
El bombardeo de 1938 y la escuela hoy
El 7 de enero de 1938, un bombardeo de la aviación fascista durante la Guerra Civil española destruyó la escuela. Afortunadamente, no hubo víctimas mortales, pero el edificio se quedó completamente quemado por las llamas y fue imposible recuperarlo.
La Escola del Mar se trasladó entonces a Montjuïc, donde se ubica en la actualidad el Museo Etnológico de Barcelona. En 1948 el centro volvió a cambiar de ubicación y se movió al barrio del Guinardó, donde sigue hoy en día. La Escola del Mar mantiene todavía su línea educativa innovadora e integral, centrada en convertir a los niños en personas y miembros de la ciudadanía.
Para conmemorar los cien años de su nacimiento, la escuela organizará un ciclo de actividades durante el año 2022. La primera es un acto que tendrá lugar el próximo 29 de enero a las 12 horas y constará de una bienvenida a cargo de la actual directora del centro, Teresa Guillaumes; la conferencia “Renovación, transformación y compromiso” a cargo de Coral Regí; parlamentos institucionales ya cargo de la Asociación de Antiguos Alumnos; la inauguración de la plaza Vilamar, y un concierto del cuarteto de jazz El Cuarteto Errante. La escuela podrá visitarse durante toda la mañana.
El acceso al centro será por las tres puertas existentes (principal, caseta y puerta de infantil) y será imprescindible el uso de mascarilla.