En 1871 se organizó por primera vez una Mercè que tomaba forma de fiesta ciudadana con actividades culturales, aunque Santa Mercè ya se celebraba como patrona de la ciudad desde antes de esa fecha.
Para la edición de este año, las Fiestas de La Mercè ofrecerán más de 500 actividades programadas, entre las que encontramos las funciones del Mercè Artes de Calle, los conciertos y las actividades de cultura popular, con la participación de cerca de 200 entidades de cultura popular de la ciudad, 110 compañías artísticas y 114 formaciones musicales.
Betevé y los canales de Barcelona Cultura ofrecerán conciertos y espectáculos en directo y en diferido, por televisión y por internet.
El pregón y el cartel llevan nombre de mujer
El pregón marcará, una vez más, el toque de inicio de La Mercè. En este caso, la pregonera será Custodia Moreno Rivero, una referente del movimiento vecinal de la ciudad que tuvo mucho que ver con la desaparición de los núcleos de barracas del Carmel y de Can Baró, entre otras luchas. En el 2009 Custodia recibió la Medalla de Honor de la Ciudad en reconocimiento de su esfuerzo por hacer de Barcelona una ciudad más justa.
Con respecto al cartel de esta edición de La Mercè, se trata de una propuesta de la reconocida ilustradora Malika Favre, parisina de nacimiento y afincada en Barcelona. La imagen de este año representa una Mercè que es al mismo tiempo una reina poderosa que encarna en sí misma toda la belleza de Barcelona. Las incontables referencias a la ciudad que luce esta Mercè cambian según el tipo de actividad o el motivo del cartel, ya sean acontecimientos tradicionales, de artes de calle o la reclamación de una fiesta antimachista.
Una Mercè descentralizada reivindica la cultura popular
La Mercè volverá a ser un acontecimiento que se podrá vivir en toda la ciudad y llegará a rincones de Barcelona que hasta ahora no habían tenido presencia de la fiesta. En total habrá 23 espacios con programación de actividades. El parque del Turó de la Peira, en Nou Barris, y el campo de fútbol de la Vall d’Hebron, en Horta-Guinardó, son las novedades principales.
En esta edición histórica la cultura popular también tendrá un papel primordial. El paseo de Gràcia, entre las calles de la Diputació y del Rosselló, será un espacio para que la cultura popular se reencuentre con el público. Los pasacalles y los correfocs que se suspendieron el año pasado se han transformado en una cabalgata conmemorativa con la participación de colles de gigantes, castellers y falcons. Además, el paseo incorporará una exposición retrospectiva de los carteles y fotografías que pondrán el foco en el valor histórico de la fiesta.
Una fiesta segura
La Mercè será una celebración con todas las medidas de seguridad para seguir haciendo frente a la COVID-19. Por eso, habrá control de aforos y reserva previa de entradas para asistir a la mayor parte de las actividades. Los 23 espacios previstos tendrán un aforo máximo de hasta 3.000 asientos, y el acceso a los acontecimientos se hará por tramos horarios y espacios, en vez de por actividades.
El 14 de septiembre se abrirá el periodo para reservar localidades para los festivales BAM y Acción Cultura Viva, el día 15 podrán empezarse a reservar entradas para el Mercè Música y el día 16 será el turno de las actividades tradicionales y el Mercè Artes de Calle. Para los espectáculos musicales se permitirá un máximo de dos entradas por reserva, mientras que para las actividades tradicionales y las artes de calle se permitirán tres entradas por reserva.
El Piromusical, desde el balcón de casa
El gran acto de clausura de La Mercè repite la fórmula de la edición anterior y se podrá seguir desde cuatro puntos de Barcelona, además de la retransmisión de TV3. El espectáculo, de veinte minutos de duración, incluirá un homenaje musical a La Habana, ciudad invitada de este año, así como una conmemoración de los 150 años de la Fiesta Mayor de Barcelona.