La nueva iniciativa se enmarca en la Estrategia municipal contra la soledad 2020-2030 y tiene como objetivo facilitar orientaciones prácticas para promover y generar oportunidades de vinculación y pertenencia durante el envejecimiento y dotar de herramientas a los y las profesionales que están en contacto con personas mayores para detectar, prevenir e intervenir en casos de soledad no deseada.
Durante el envejecimiento, la presencia de limitaciones físicas, la pérdida de la pareja y de relaciones sociales significativas, la jubilación, tener expectativas elevadas con respecto a la atención o compañía de la familia o la brecha digital son algunos de los factores que influyen en el sentimiento de soledad.
En este marco, la Guía para la prevención, detección y acompañamiento de personas mayores en situaciones de soledad presenta una serie de orientaciones y recomendaciones organizadas en cuatro ámbitos, que tienen como eje central a las personas mayores pero que también implican al entorno:
- Ámbito de la persona mayor: algunas de las recomendaciones son atender a los factores de riesgo, considerar las verbalizaciones indirectas que puedan mostrar que la persona se siente sola o activar las alianzas y los agentes de su mapa relacional.
- Ámbito de la red de convivencia: aspectos más relacionados con el espacio donde viven las personas mayores y las personas con las que conviven.
- Ámbito de la red de relaciones cotidianas de proximidad: hace referencia a los puntos más vinculados a las relaciones que las personas mayores establecen fuera de su núcleo de convivencia, como las amistades.
- Ámbito de dimensión comunitaria: incluye los aspectos que están más vinculados al entorno comunitario donde viven y donde interactúan con otras personas, como el uso del espacio público o la vinculación con equipamientos y entidades del barrio.