El objetivo de este estudio ha sido crear una base de datos geolocalizados con toda la información disponible sobre el parque de viviendas y el potencial de mejora, y examinar la viabilidad de optar a las convocatorias de ayudas a la rehabilitación de los fondos Next Generation EU. El estudio reúne información de trabajos anteriores y aporta nueva información a través de la simulación energética, que ha permitido extraer conclusiones relevantes.
Parque residencial envejecido
Un 90 % de los edificios de la ciudad han sido construidos antes de la implementación de las diferentes normativas energéticas. La diagnosis muestra que un 81 % de los inmuebles obtendrían una calificación energética E o inferior. En esta situación, mantener los edificios plurifamiliares con temperaturas de confort tendría un coste de 196 euros al mes por término medio.
Riesgo de pobreza energética
En el 25 % de los hogares estudiados la factura energética representa más de un 10 % de los ingresos, lo que marca el umbral de pobreza energética. En este sentido, también se ha detectado que todas las zonas con un riesgo de pobreza energética severo o moderado están incluidas en el Plan de barrios y, por lo tanto, tienen acceso a ayudas en materia de rehabilitación energética.
Reducción de consumos energéticos
Según el informe, los cambios de los aislamientos térmicos enteros de los edificios sería la estrategia más rentable económicamente, y si se implementara, se conseguiría que el 93 % de los edificios de la ciudad obtuvieran calificaciones energéticas D o superiores.