Sam Marstone (Sant Pere i Sant Pau, Tarragona, 1997)
La naturaleza de mi identidad se transforma. Exige no tener una idea firme de ello. Siento quién soy. Me encanta contar historias. La ropa es una magnífica herramienta para ello, y aunque quisiera, no podría ignorar todas las salientes de esta.
Últimamente, en tarot, he estudiado la dinámica masculino-femenino. No tiene nada que ver con dividir y limitar. Se trata de conseguir la unión perfecta entre ambas cosas. Eso me hizo pensar: no soy un chico ni una chica, soy un evento. Pero sí, supongo que soy un chico blanco homosexual que sintió que no tenía permiso para existir mientras crecía sin un hogar al que acudir.
Pero todo eso ha cambiado. Me he perdonado por lo que hice con tal de sentirme querido. He luchado por no sentirme afectado por la percepción de los demás. Fue un placer huir hacia un lugar más inmenso, la gran ciudad, verme en situaciones sensibles pero seguro de que todo iba a ir bien porque había encontrado a gente valiente cuya naturaleza es fuerte. Nunca nadie me hizo sentir de menos. Empecé a aprender a aceptarme sin cuestionarme.
Ahora lo entiendo mejor. A la mayoría de la gente no le importas, solo te prestan atención - aunque sea negativa - para reforzar tu propia presencia. Es uno mismo quien importa y es lo que piensas tú sobre ti mismo lo que es válido. Ahora estoy en paz, es mi momento de escuchar historias.