Experiencias de diálogo interreligioso en Barcelona

Desde hace cerca de tres años, el Ayuntamiento de Barcelona y la Asociación UNESCO para el Diálogo Interreligioso (AUDIR) llevan a cabo un programa de promoción de grupos de diálogo interreligioso en varios barrios de la ciudad. En el marco de este programa, actualmente estos grupos funcionan en Torre Baró - Ciutat Meridiana, la Marina, Gracia, Nou Barris y Sants-Hostafrancs.

Los objetivos básicos de un grupo de diálogo interreligioso en un barrio son los siguientes:

  • Favorecer la relación entre las comunidades religiosas y conviccionals de proximidad.
  • Conocer las diversas creencias y prácticas religiosas.
  • Conocer más el sentido que cada religión y espiritualidad da a la vida.
  • Descubrir los puntos comunes, especialmente en el ámbito ético, y las diferencias entre las diversas tradiciones religiosas y espirituales.
  • Visibilizar y normalizar, en el barrio, el pueblo o la ciudad, el hecho religioso y la diversidad religiosa.
  • Organizar conjuntamente algún acto, exposición, mesa redonda, charla o celebración abierta a todos para contribuir a que el conjunto de la ciudadanía del barrio conozca también la diversidad y se habitúe a dialogar.
  • Participar en las actividades del barrio y relacionarse con sus entidades sociales desde el respeto y el interés mutuos.
  • Concienciar a todos los miembros del Grupo del valor social, humano, de integración y de transformación social que el hecho religioso y espiritual puede aportar a la sociedad, para avanzar en la libertad, la dignidad, la justicia y la paz.
  • Elaborar conjuntamente materiales para comunicar los valores del diálogo a través de la prensa local y procurar que los medios locales se hagan eco de la iniciativa.

Los grupos de diálogo interreligioso inician su camino exponiendo quiénes son y qué hace cada comunidad presente en el barrio, y sus miembros se invitan mutuamente a los diversos locales o centros de culto. Se han hecho visitas comentadas, con detalle, sobre el local-templo y sobre la esencia de la tradición religiosa o espiritual visitada, con preguntas para captar y comprender mejor la otra creencia. Esto se ha hecho en los diversos grupos de diálogo: se ha visitado una sinagoga, un local de una comunidad budista y también parroquias católicas, oratorios musulmanes y templos evangélicos.

En cada encuentro del Grupo acostumbra a partir de un texto espiritual genérico o de alguna tradición que se prepara y que luego se comenta entre todas y todos. El texto lleva a dialogar sobre cómo cada persona y cada tradición percibe y vive ese tema, y a menudo este diálogo tiene como consecuencia ponerse de acuerdo para tratar unas temáticas que permitan comprender la experiencia espiritual de los demás. Durante estos tres años, en los diversos grupos se ha hablado sobre las fiestas de cada tradición, el ayuno, la espiritualidad, las formas de orar, el estilo organizativo, las acciones sociales, la relación con el barrio y sus entidades, etcétera. De hecho, todas y todos las y los participantes han podido descubrir de cerca una forma diferente de ver la vida, el mundo y las personas, con algunos puntos comunes, aunque se expresen a menudo en un lenguaje variado. También se ha ido aprendiendo a escuchar, a respetar y a adentrarse en el horizonte espiritual del otro. Igualmente se han redescubierto dimensiones de la propia creencia que tal vez estaban escondidas u olvidadas.

En el Grupo, una vez va avanzando, se deciden qué acciones abiertas y, a ser posible, convocadas con otras entidades se pueden llevar a cabo pensando en las escuelas o las entidades sociales del entorno próximo. Se entiende que el diálogo vive y se edifica en el entorno, con el entorno y desde el entorno. Es una manera de hacer real la idea de que las tradiciones religiosas son un patrimonio cultural, ético y espiritual de toda la humanidad, como recuerda a menudo la UNESCO.

Por ejemplo, en Gracia el Grupo se ha presentado a todo el barrio en un acto público, con una exposición sobre la diversidad religiosa y un breve concierto de la Coral de AUDIR. A Torre Baró - Ciutat Meridiana, una familia musulmana ha invitado a comer a su casa una familia evangélica en un clima entrañable de calidez y relación interpersonal. En todos los barrios se ha intentado conectar con alguna escuela y con diversas entidades civiles, y algunas ya se han ofrecido a dejar el local para cualquier actividad del Grupo de Diálogo y a colaborar puntualmente en sus iniciativas.

Se da tanta importancia al diálogo entre las tradiciones y comunidades como al diálogo de estas comunidades con la realidad civil del entorno (como se va haciendo en Nou Barris, Sants-Hostafrancs y otros). En este sentido, también se ha ido a presentar la iniciativa a los periódicos y las radios locales (la Marina, Gracia). De hecho, ya existe un diálogo de base entre los vecinos y vecinas en la vida cotidiana de la calle, los comercios, las entidades y los círculos familiares y de amistades. El programa quiere contribuir eficazmente a crear una ciudadanía dialogal, abierta y participativa que vaya más allá de la convivencia y avance hacia una comunidad cohesionada y socialmente cocreativa.

 

Quim Cervera y Duran

Responsable del Equipo de Mediación Interreligiosa de AUDIR y cocoordinador del Programa de diálogo y convicciones en Barcelona del Ayjuntamiento de Barcelona